El cierre de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica (UCIP) del Hospital La Paz afecta ya a otros servicios del centro que están experimentando un incremento de la carga asistencial y se ven obligados a cancelar operaciones quirúrgicas. Responsables del centro han advertido a la dirección a través de una carta de la grave situación en la que se encuentra el servicio asistencial y solicitan que se adopten "con urgencia las medidas" para solventar la situación.
"Existe un riesgo significativo para la adecuada atención de nuestros pacientes pediátricos debido a la ausencia total de facultativos intensivistas pediátricos", exponen en la misiva los Jefes de Servicio, de Sección y responsables de Unidad del Hospital Infantil. El cierre de facto de la UCIP ha tenido una repercusión en el resto de servicios, como el traslado de los pacientes a otras UCI "generando una sobrecarga asistencial para estas unidades" que tienen que asumir el flujo extra de pacientes.
Además, la situación se está traduciendo en un "aumento inmediato de la lista de espera quirúrgica", ya que algunas operaciones se han suspendido y se ha procedido a derivar a los pacientes a otros hospitales, según exponen los profesionales, lo que ha tenido una incidencia directa en el aumento de las listas de espera. Desde la Consejería de Sanidad reiteran que la asistencia pediátrica está garantizada "ya sea en el propio centro o, en caso de ser necesario, derivar a otro centro".
El servicio de trasplantes también se ha visto afectado, hecho que reviste especial gravedad, ya que La Paz es el único centro en España que ofrece la cartera completa en esta actividad en el área pediátrica: "Algunos de ellos son exclusivos de nuestro hospital", remarcan en la carta. La situación también estaría teniendo una repercusión en la formación de los médicos internos residentes de Pediatría, que no pueden completar la rotación obligatoria e imprescindible en la UCIP. Los firmantes de la carta alertan del riesgo de que la unidad de pediatría pierda la condición de Centro, Servicio y Unidad de Referencia, "lo cual tiene implicaciones significativas".
El pasado miércoles, la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica del Hospital La Paz cerró de facto tras la decisión de los profesionales de darse de baja o renunciar a su puesto. Esto supuso una señal de protesta tras la reincorporación, por orden judicial, del doctor Pedro de la Oliva como jefe de servicio de la UCIP, quien había sido cesado de su puesto por presentar un comportamiento inadecuado con los trabajadores.
Los 13 médicos que formaban la plantilla de la UCIP y las dos personas que tenían contrato de guardia han ido abandonando su trabajo desde que en septiembre volvió a ocupar su puesto de la Oliva. Ahora la unidad solo está conformada por el jefe de servicio y su adjunta, lo que impide prestar el servicio asistencial. A pesar de que la dirección ha proporcionado todos los recursos para completar la plantilla, ningún profesional ha querido unirse al equipo.
El departamento dirigido por Fátima Matute espera al pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) del próximo miércoles sobre las alegaciones presentadas ante la orden de readmisión para valorar las medidas administrativas oportunas. "Queremos solucionar este asunto, pero para nosotros lo más importante es garantizar la atención a los menores y eso está garantizado", remarcan fuentes de Sanidad.
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