Cruz Roja ha abandonado sus labores en las salas de asilo del aeropuerto de Barajas, a las que han llegado cientos de solicitantes en las últimas semanas. Tal y como ha avanzado El País y ha confirmado este periódico, la desorganización y las condiciones de los migrantes han llevado a Cruz Roja a marcharse "hasta que se den las condiciones mínimas" para retomar su trabajo. Fuentes gubernamentales han indicado que el Ministerio del Interior "respeta" pero no "comparte" la decisión.
La llegada de migrantes a Barajas se ha incrementado significativamente con la entrada del año, siendo especialmente notable la cantidad de menores solicitantes de asilo: 188 en las primeras semanas de 2024. El patrón es constante. Se trata de migrantes que compran billetes de avión en dirección a Latinoamérica con escala en Madrid. Actualmente no se requieren visados de tránsito para hacer escala en el aeropuerto capitalino, por lo que los migrantes pueden acceder a la terminal y solicitar asilo directamente.
Esto ha llevado a las salas de asilo de Barajas a la saturación absoluta, tal y como han denunciado los sindicatos policiales. Aseguran que las salas están llenas de "chinches y cucarachas", que se sobrepasa de lejos el aforo y que los migrantes se encuentran "hacinados en condiciones inhumanas".
Según ha explicado Cruz Roja, su marcha se debe precisamente a estos motivos. "En la última semana, la sobreocupación de las salas de asilo del aeropuerto de Barajas ha estado dificultando que desde Cruz Roja podamos desempeñar la prestación de servicios que tenemos encomendada", ha relatado este martes el portavoz de la ONG, José Javier Sánchez.
La organización habla de una situación "límite" en lo respectivo a la sobreocupación frente a la que Cruz Roja "ha decidido la retirada temporal". Destacan que su labor se centra en la atención psicosocial de los migrantes, "un trabajo que se centra fundamentalmente en acompañarles en el proceso para poder solicitar esta protección internacional".
El Ministerio del Interior, por su parte, ha indicado que respeta la decisión tomada por Cruz Roja en las responsabilidades que tiene atribuidas, pero no la comparte. "Desde el primer momento hemos defendido la colaboración institucional como la mejor forma de resolver las incidencias, que se afrontan con más garantías desde todos los planos y con el esfuerzo y la cooperación de todos los actores implicados", han trasladado fuentes del ministerio.
Durante las últimas semanas, Interior ha reforzado los efectivos de la Policía Nacional y el número de funcionarios de la Oficina de Asilo y Refugio. También han habilitado nuevos despachos para realizar entrevistas a los solicitantes de asilo y tratar de agilizar el proceso. Además, el Gobierno se ha abierto a la posibilidad de establecer visados de tránsito para nuevos países, como ya hico con Kenia este 20 de enero.
Agentes en Barajas: "Estamos en blanco"
Fuentes policiales del aeropuerto de Barajas han trasladado a 20minutos su incertidumbre ahora que los trabajadores de Cruz Roja se han marchado de allí. "Se han ido esta mañana, imagínate... Se encargaban de suministrar pañales a los bebés, compresas a las mujeres", explican.
Los agentes permanecen allí y, según dicen, están haciendo "lo que está en su mano", pero no hay nadie que supla debidamente las funciones que desempeñaba Cruz Roja. "No sabemos nada, estamos en blanco", apunta uno de los policías, "la ONG ha dejado a 400 migrantes ahí tirados".
Por el momento, nadie les ha ofrecido una respuesta para afrontar esa situación "de desbordamiento" sin ayuda de Cruz Roja, con lo que se mantienen a la espera de una indicación del Ministerio del Interior.
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