Así son los arhuacos, el pueblo indígena que ha sido premiado en la COP28 por defender su tierra frente a la industria minera

Nabusimake es el centro espiritual del pueblo indígena arhuaco y el lugar donde dicen que nació el sol.
Nabusimake es el centro espiritual del pueblo indígena arhuaco y el lugar donde dicen que nació el sol.
Kaveh Kazemi / Getty Images
Nabusimake es el centro espiritual del pueblo indígena arhuaco y el lugar donde dicen que nació el sol.

Vivir sobre una tierra de diamantes es el calvario de los Arhuacos. Allí, en la Sierra Nevada de Santa Marta (Colombia) bajo los asentamientos de esta comunidad, descansan multitud de minerales preciosos que la industria extractiva ansía desde hace siglos. Aunque ellos están convencidos de que ese pedazo del mundo es el corazón del planeta y trabajan para que se preserve como tal. 

En total, son más de 50 las comunidades arhuacas repartidas por toda la Sierra de Santa Marta. Se dividen en cuatro grandes centros políticos que, junto a los mamos -líderes de la comunidad-, son quienes toman las decisiones que afectan a todos los vecinos. 

Un pueblo combativo y espiritual que cultiva coca

Cultivar tabaco y hojas de coca es parte de la tradición de esta comunidad. Hace más de 500 que comenzaron a hacerlo, y a pesar de las presiones políticas, actualmente continúan sembrando esta planta medicinal. De hecho, entre 30.000 y 40.000 personas se dedican a la agricultura y ganadería y hacen trueque. Aunque también utilizan dinero. 

Los arhuacos, también conocidos como Ika, son un pueblo profundamente espiritual y uno de los más dinámicos y combativos de Colombia, pues han sabido desarrollar una organización política que los ha llevado a luchas exitosas en su territorio tradicional, expulsando a misioneros católicos y constituyendo un programa de educación bilingüe.

Calixto Suarez, representante de los Ika acudió el pasado mes de noviembre a La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023, a recoger el Premio Agora por el Clima, por el carácter inspirador de su pueblo frente al cambio climático, "Es tiempo de unirse y hacer la paz", dijo el líder indígena, conocido internacionalmente por promover una comunicación transversal y abierta entre los pueblos, para encontrar soluciones a los problemas ambientales y el nuevo nomadismo. Ha participado en numerosas conferencias. 

Contra las industrias mineras

Las industrias mineras llevan décadas presionando para obtener licencias para poder operar en el área donde se asientan los pueblos ika. Algunas, de hecho, han tenido éxito. Aunque los Arhuaco no pudieron participar en las decisiones, por los que han protagonizado numerosas protestas masivas contra estos proyectos y su impacto destructivo en sus territorios. 

"La Sierra posee una riqueza mineral que se remonta a la creación del mundo, y estos tesoros naturales, (...) ahora son una amenaza para nosotros porque se están otorgando permisos ambientales para la explotación de minerales e hidrocarburos", explica Leonor Zalabata, Comisionada de Derechos Humanos del Pueblo Arhuaco.

Además, los efectos del cambio climático global ya están afectando sus vidas en las grandes alturas, donde los patrones de viento y lluvia han cambiado, afectando su cosecha de cultivos, que son su principal fuente de ingresos. 

"Nuestros pueblos han declarado que no estamos de ninguna manera en contra de una visión de desarrollo, en contra de una visión de bienestar (…) Hemos dicho que debemos alcanzar acuerdos de coexistencia, en los cuales podamos discutir nuestra supervivencia como pueblos. Para que los indígenas y los no indígenas puedan sobrevivir en el futuro", explica Arukin Torres del pueblo Arhuaco.

Ahora, cada vez más miembros de del pueblo ika, utilizan las redes sociales para hablar sobre su cultura y compartir sus valores con el mundo, sin olvidar sus raíces. Quizás es esta simbiosis entre tradición y modernidad, el secreto de este pueblo para sobrevivir a las perversidades del tiempo. 

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