"Las políticas neoliberales no funcionan". Al menos así lo cree Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, que pone como ejemplo la coalición -formada por PSOE y Sumar- que lidera y que, en su opinión, ha "demostrado" que es posible "crear un nuevo paradigma de prosperidad", que sea capaz de conjugar "el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental y la prosperidad para todo". Frente a las primeras espadas empresariales y en el Foro Económico Mundial que se celebra en Davos, el jefe del Ejecutivo se ha congratulado por haber impulsado, junto a los de Yolanda Díaz, políticas "que dijeron que eran imposibles, pero han sido beneficiosas".
La de este miércoles es la quinta intervención que Sánchez pronuncia en la ciudad suiza, a la que ha ido acompañado del nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo; el titular de Exteriores, José Manuel Albares, y el de Transformación Digital, José Luis Escrivá. Fuentes de Moncloa han apuntado que el discurso ha tenido "un profundo calado político, muy valiente y comprometido", que se ha basado en tres grandes ejes: la defensa de la creación del nuevo paradigma de prosperidad antes mencionado, la necesidad de regular la Inteligencia Artificial y "escuchar" las "preocupaciones" que los ciudadanos expresan sobre la misma y sobre la "supervivencia del orden internacional basado en reglas" que ha funcionado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El presidente del Gobierno ha asegurado que el Ejecutivo es el ejemplo de que "es posible crear riqueza y mejorar las condiciones de los trabajadores", punto en el que ha recordado la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), cuya subida ha rubricado este mismos miércoles la vicepresidenta segunda y que ya acumula un aumento del 54% en cinco años. También ha mentado la "ampliación de derechos, la creación de dos millones de nuevos puestos de trabajo" y el hecho de que España "haya crecido por encima de la media de la zona euro y de la OCDE, habiendo sido uno de los países europeos que más rápido ha reducido la inflación". "Hemos impulsado políticas que nos dijeron que eran imposibles o temerarias y, sin embargo, han demostrado ser posibles y beneficiosas", ha lanzado.
Sánchez ha advertido a los empresarios presentes que sus compañías son "producto de la democracia" y de estados de bienestar "que sostienen las clases medias y trabajadoras", para los que ha pedido una subida de sueldo que se transforme en mayor poder adquisitivo. "Sin estos pilares, sus modelos de negocio se derrumbarían como un castillo de naipes", ha apuntado. En este sentido, les ha pedido "que se impliquen" y que "colaboren" porque "el Gobierno de España es su aliado" si "actúan con responsabilidad" y "no se dejan arrastrar por esos medios de comunicación y partidos políticos radicales que se lucran vendiendo polarización".
Asimismo, ha alertado del "auge" de la extrema derecha, que ha relacionado con la "traición y el problema" que supone que las clases medias y trabajadoras estén siendo "erosionadas". A las mismas se ha remitido también para solicitar una "gobernanza global" de la digitalización que defienda "los derechos fundamentales de los ciudadanos por encima de los intereses de estados y corporaciones". Sánchez se ha mostrado como un "firme defensor" de los avances tecnológicos, pero ha pedido "prestar más atención" a las preocupaciones de los trabajadores, los jóvenes y los mayores y "menos atención a las promesas vacías de algunos gurús de Silicon Valley, más interesados en ganar adeptos o escalar en la lista de millonarios de Forbes".
Insiste en el reconocimiento de Palestina
Como tercer eje de su discurso, el presidente ha hecho hincapié en la "supervivencia del orden internacional basado en reglas" que "tanta prosperidad ha aportado desde el final de la Segunda Guerra Mundial". Ha mencionado la guerra de Ucrania, la de Siria y también la de Gaza. En esta última ha solicitado de nuevo una solución que reconozca la existencia de dos estados, Israel y Palestina, "que vivan en paz y seguridad". "Hay que poner fin a este drama humano, porque el curso actual de los acontecimientos no ayudará ni al pueblo palestino ni al israelí", ha apuntado. Está previsto que el presidente participe en una reunión a puerta cerrada con jefes de Estado y ministros de países árabes y europeos para abordar el conflicto en Oriente Próximo.
También con empresarios españoles, con los que se ha reunido posteriormente a su discurso. Según ha informado Moncloa, Sánchez ha sido recibido "con aplausos" y la reunión se ha desarrollado "en un ambiente de coordialidad". Entre la docena de asistentes estaban Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, y Rafael del Pino, de Ferrovial, con quienes el jefe del Ejecutivo ha tenido desencuentros públicos. También ha asistido Ana Botín, presidenta del Banco Santander.
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