Las personas zurdas representan aproximadamente entre el 10 y 15 por ciento de la población mundial. Su preferencia manual por la mano izquierda es una característica que se ha estudiado durante siglos, pero aún no se ha determinado con precisión su origen.

Factores genéticos

Las investigaciones sugieren que la lateralidad, es decir, la preferencia por una mano u otra, tiene un componente genético. Los estudios de gemelos y familias han demostrado que las personas zurdas tienen una mayor probabilidad de tener familiares zurdos que las personas diestras. Se han identificado varios genes que podrían estar asociados con la lateralidad, pero no se sabe con certeza cuál de ellos es el responsable.

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En un estudio realizado por una universidad en Alemania, los investigadores identificaron que la lateralidad se define en el vientre materno, pero que su origen no es el cerebro, como cabría esperar, sino durante el desarrollo de la médula espinal.

Factores ambientales

Además de los factores genéticos, también se cree que los factores ambientales pueden influir en la lateralidad. Por ejemplo, si un infante crece en un entorno donde la mayoría de las personas son diestras, es más probable que se vuelva diestro. Esto se debe a que el niño estará expuesto a más modelos diestros y tendrá más oportunidades de practicar el uso de su mano derecha.

Además, en términos generales, el mundo y nuestro entorno físico está diseñado para personas diestras, lo que se baraja que pueda influir en que desde muy pequeños, nos forcemos a volvernos diestros por comodidad y adaptación al entorno.

Tampoco hay que ignorar que, en algunas culturas, se considera que el uso de la mano izquierda es un rasgo negativo. Esto puede hacer que los niños zurdos se sientan avergonzados o presionados a usar su mano derecha.

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Teorías sobre el origen de la lateralidad

Existen varias teorías sobre el origen de la lateralidad. Una de las teorías más aceptadas es la teoría del hemisferio dominante. Según esta teoría, cada hemisferio del cerebro controla la mitad del cuerpo. En la mayoría de las personas, el hemisferio izquierdo controla la mano derecha y el hemisferio derecho controla la mano izquierda. En las personas zurdas, el hemisferio dominante es el derecho. Esto significa que el hemisferio derecho controla la mano izquierda y el hemisferio izquierdo controla la mano derecha.

Otra teoría sobre el origen de la lateralidad es la teoría de la asimetría cerebral. La asimetría cerebral, es decir, la diferencia en el tamaño y la función de los dos hemisferios cerebrales, es responsable de la lateralidad. En las personas zurdas, los dos hemisferios cerebrales son más asimétricos que en las personas diestras. Esto significa que el hemisferio dominante es más grande y tiene más funciones que el hemisferio no dominante.

El origen de la lateralidad es un tema complejo que aún no se ha resuelto por completo y las diferencias cerebrales y genéticas entre diestros y zurdos aún siguen estudiándose. Las investigaciones sugieren que la lateralidad tiene un componente genético, pero también que los factores ambientales pueden influir en ella.