Miguel Ángel Aguilar Cronista parlamentario
OPINIÓN

Feijóo es culpable

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante el pleno del Congreso de los Diputados, celebrado en el Senado
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante el pleno del Congreso de los Diputados, celebrado en el Senado
Eduardo Parra / EP
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante el pleno del Congreso de los Diputados, celebrado en el Senado
¿PREGUNTAR OFENDE? por Miguel Ángel Aguilar

Era en la sede del Senado que había prestado su hemiciclo para que el Congreso de los Diputados celebrara una sesión plenaria en cuyo orden del día figuraba la convalidación de tres decretos leyes claves para la Legislatura, así como el debate sobre las enmiendas de totalidad a la proposición de ley de amnistía. Minutos antes de las nueve de la mañana, hora fijada para el inicio del pleno, en los pasillos proliferaban los corrillos en torno a figuras y figuritas de los grupos parlamentarios entrenados en eludir respuestas a las cuestiones que les planteaban periodistas de micrófono en mano y grabadora en el móvil, siempre vigilantes por si irrumpiera otro personaje de mayor interés al que fuera preferible arrimarse. La integral de las declaraciones infinitesimales de las últimas 72 horas dibujaba un "no gigante" de Junts a los reales decretos leyes de Pedro Sánchez. Un proceder que en absoluto les hizo merecedores de reproche alguno, porque toda esa pólvora quedaba reservada en exclusiva para el Partido Popular, que viene a ser la suma de todos los males sin mezcla de bien alguno, como definía el infierno el catecismo de Ripalda.

Sabemos que de los sobreentendidos vienen los malentendidos, los cuales son originarios del pacto con los socios adyacentes que el investido Sánchez entiende como sumandos de un pacto de legislatura para cuatro años, mientras que los de Junts lo reducen a mero pacto de investidura, válido para esa sola fecha del pasado 16 de noviembre en que sumaron los votos imprescindibles de sus siete diputados para componer la mayoría absoluta de la Cámara, que es necesaria en la primera votación nominal por llamamiento exigida en el artículo 99 de la Constitución. El pleno de ayer y los que irán siguiendo van a permitir a Junts demostrar golpe a golpe, verso a verso, exigencia a exigencia, chantaje a chantaje, humillación a humillación que, o bien se hace camino al andar cediendo a sus requerimientos o bien se ensaya el lanzamiento al vacío, superando el vértigo, para llevar al caminante Sánchez a que compruebe que no hay camino sino estelas en la mar. Junts además de ganar quiere la humillación visible del presidente Sánchez, pero resulta que Sánchez es nuestro presidente, el de nuestro país, y al humillarle a él nos humilla a todos nosotros.

Recordaba Carmen Martín Gaite que su padre, José Martín López, notario de Salamanca, le repetía: "Carmiña quien quiera humillarte, no pueda; a quien puedas humillar, no quieras". Pero en el pleno de ayer enseguida quedó claro que el propósito más relevante era el de humillar, el de achicar espacios, porque de cualquier responsabilidad, respecto a las dificultades a que se ven enfrentados los socialistas del Gobierno, solo sería culpable Alberto Núñez Feijóo y el Partido Popular; porque o se vota a favor de las propuestas que defendió el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, en la primera intervención de la mañana, o se estará votando contra el pueblo español, contra las pensiones de los jubilados, contra la rebaja en la factura de la luz y a favor de todos los desastres imaginables. Tertium non datur, como señala la lógica de Aristóteles derogada por el sanchismo.

Junts además de ganar quiere la humillación visible del presidente Sánchez, pero resulta que Sánchez es nuestro presidente, el de nuestro país, y al humillarle a él nos humilla a todos nosotros

En el bar del Senado, comentaban los periodistas que asistieron el martes a la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, celebrada en Moncloa, que por cinco veces consecutivas fue preguntada la ministra portavoz, Pilar Alegría, sobre si serían sancionadas las empresas que rehusaran devolver sus sedes a Cataluña conforme reclama Junts y que por cinco veces evitó responder, dando un verdadero espectáculo. Atentos.

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