El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha recalcado este martes su voluntad de trabajar para que las empresas que abandonaron Cataluña durante el procés regresen a la comunidad presidida por Pere Aragonès. Sin embargo, para ello ha defendido la necesidad de impulsar la "estabilidad" y la "paz social", en lugar de optar por la vía de los "castigos" que propone Junts. "Eso se llama comunismo", critica.

Garamendi ha subrayado que el motivo de la marcha de empresas de Cataluña durante el procés fue la inestabilidad política y la inseguridad jurídica, que obligó a muchos negocios a trasladarse, a su juicio, en contra de su voluntad. "Ninguna empresa se ha ido de Cataluña porque se iba de vacaciones o porque le apetecía", ha recordado en un almuerzo informativo organizado por Club Siglo XXI. "Nosotros queremos que vuelvan, porque tienen todo el derecho a volver, pero se han ido por obligación", ha remarcado.

Para revertir la fuga de empresas, Junts ha planteado sancionar a aquellas que abandonaron Cataluña en 2017 y no han regresado, pese a tener allí la mayor parte de su actividad, una exigencia a la que condicionan su apoyo al PSOE en el Congreso para convalidar el decreto de medidas anticrisis. Garamendi ha criticado la propuesta del partido de Carles Puigdemont y la ha comparado con "una aurora boreal, por su falta de credibilidad. "Cuando lo he oído no daba crédito", ha señalado. 

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Lejos de incentivar el regreso de empresas, el presidente de la patronal ha asegurado que la imposición de "multas" y "castigos" no solo desincentivaría el retorno, sino también la creación de nuevas empresas. "Una empresa se instala donde quiere e invierte donde le da la gana. Si no, esto se llama comunismo", ha zanjado.

A juicio de Garamendi, la única "receta mágica" para la recuperación del tejido empresarial catalán es la "estabilidad", la "predictibilidad" y la "paz social", para generar un entorno de "confianza". "Los empresarios se han sentido atacados", ha señalado. "Lo más importante de todo es que haya confianza", ha insistido, antes de recordar que Cataluña es una comunidad "importantísima" para la economía española.

Respecto a la posibilidad de que el Gobierno no consiga finalmente convalidar el decreto ómnibus por la negativa de Junts, Garamendi se ha limitado a mostrar su rechazo hacia la figura del real decreto. "Los reales decretos no me gustan nada, porque son 'o lo tomas o lo dejas'", ha señalado.