Barcelona es una de las ciudades de España que más turistas atrae todos los años por su enorme patrimonio cultural e histórico y amplia variedad de planes y ocio. Lugares emblemáticos como la Sagrada Familia, el Park Güell, la Catedral, Montjuïc o el Barrio Gótico se convierten en paradas 'obligadas' para todo aquel que visita la capital catalana, pero hay un mural de la ciudad que muchos visitan y fotografían: El món neix en cada besada.
La historia del fotomural 'El mundo nace en cada beso'
El món neix en cada besada es un fotomosaico que, desde su instalación en 2014, se ha convertido en uno de los puntos más fotografiados por las personas que visitan Barcelona. Esta obra realizada por el fotógrafo Joan Fontcuberta y el ceramista Antoni Cumella se encuentra ubicada en Plaza de Isidre Nonell y tiene una historia relacionada con la Guerra de Sucesión.
Sus 400 teselas de cerámica se distribuyen en 50 filas y cada una es una fotografía bajo el tema de la vida en libertad. La composición, en conjunto, muestra la imagen de dos labios besándose y sirvió para conmemorar el tricentenario de la derrota de Cataluña en la Guerra de Sucesión Española, que se dio el 11 de septiembre de 1714 y es el día a partir del cual se empezó a celebrar el Día de Cataluña.
El 3 de julio de 2014, este mural fue instalado en la Plaza de Isidre Nonell con la intención de no quedarse mucho tiempo y ser algo temporal. Sin embargo, el Ayuntamiento de Barcelona decidió mantenerlo en su ciudad permanentemente y ahora es uno de los puntos que más interés despierta a la hora de visitar la capital de Cataluña. Al final de la placa que acompaña el mosaico se puede ver una frase de Oliver Wendell Holmes: El ruido de un beso no es tan ensordecedor como el de un cañón, pero su eco es más duradero.
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