Los accidentes de tráfico mortales en Cataluña durante 2023 se cobraron la vida de 152 personas, una cifra ligeramente inferior a la del año pasado, cuando se contabilizaron 157 fallecidos. De los datos actuales, casi la mitad de las víctimas, un 46,3%, pertenecen a los considerados colectivos vulnerables. Es decir, motoristas (53), peatones (12) y ciclistas (4).
Según un comunicado de la Conselleria de Interior de la Generalitat, la AP-7 ha vuelto a ser la carretera con más incidentes mortales. En total ha habido 15 muertos estos 12 meses. No obstante, se ha consolidado una reducción de las víctimas en esta vía respecto al año pasado, cuando fallecieron 24 personas. A esta carretera le sigue la A-2 con ocho muertos, la N-II con siete, la N-340 con seis y la C-32, C-37 y C-55 con cinco fallecidos en cada una.
Las últimas tres muertes del año ocurrieron este domingo, cuando un vehículo volcó y se salió de la vía en la GIV-6103 a su paso por Palau-Saverdera, en Girona. A causa del accidente murió un hombre de 48 años, su hijo de 16 y otro joven también de 16 años.
La cifra de víctimas en 2023 representa un 13% menos que en 2019 -hubo 172-, el año de referencia para el cumplimiento de los objetivos de reducción de la siniestralidad del Plan de Seguridad Viaria 2020-2023.
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