La consellera de Educación de la Generalitat, Anna Simó, ha pedido a los grupos políticos del Parlament una actitud constructiva para generar “un debate de país” en torno a la calidad de la enseñanza en Cataluña tras los malos resultados del último informe PISA. Simó, que mañana tiene un encuentro de trabajo con los presidentes de los grupos parlamentarios, ha insistido en que no sea “la enésima reunión que no tenga resultados". Simó ha resaltado que “creo que ahora tenemos una oportunidad” y ha indicado que la reunión "debe tener rigor, tener claro el diagnóstico y hacer camino si queremos que tenga buenos resultados".
Anna Simó se ha dirigido esta mañana a los grupos parlamentarios en el seno de la Comisión de Educación del Parlament de Catalunya, donde a lo largo de su comparecencia ha prometido "cambios estructurales" en el sistema educativo y ha reafirmado “la voluntad de tomar medidas para que haya resultados a corto, medio y largo plazo".
Apoyando este argumento, la consellera ha afirmado que el sistema puede mejorar "de forma suficientemente rápida" si se prioriza combatir la segregación y la pobreza infantil. Para apoyar este argumento, Anna Simó ha asegurado a los diputados que, en las pruebas de competencias básicas de Catalunya de 2023, se han visto los "primeros brotes verdes" de mejora de los resultados. Desde el departamento se confía en que esta progresión positiva se repetirá en próximas convocatorias y se confirmará el cambio de tendencia a la baja.
Cara y cruz de los resultados
En las últimas evaluaciones de los conocimientos de los alumnos catalanes, por lo que respecta a las pruebas de competencias básicas, los resultados en las materias de catalán y castellano en 4º de ESO volvieron a caer un año más. Sin embargo, las pruebas fueron más favorables en las materias de inglés y matemáticas. En 6º de primaria, la cruz fue castellano y medio natural, cuya evaluación empeoró, pero los resultados mejoraron ligeramente en catalán, inglés y matemáticas.
Las pruebas PISA, por su parte, no confirmaron este cambio de tendencia, ya que en los tres ámbitos evaluados, comprensión lectora, matemáticas y ciencias, los resultados fueron “malos”, según ha reconocido la propia consellera Simó. Como resultado de estas bajas puntuaciones, Cataluña se situó por debajo de la media de España y también de la OCDE en adquisición de estos conocimientos por parte de sus alumnos.
Incremento continuado de la inversión
El departamento de Educación ha prometido cambios estructurales para revertir la situación. De momento, la consellera Anna Simó ha recordado esta mañana en el Parlament el incremento de inversión por alumno que se ha hecho desde el Govern. En este curso 2023-2024, el gasto ha sido de 5.727 euros por cada alumno, cuando el año pasado fue de 4.635 euros. Esta cifra ha ido incrementándose cada año, aunque los resultados no mejoraban. En el curso 2021-2022 fue de 4.331, y en el anterior, 2020-2021, fue de 4.309 euros por cada alumno.
Hace casi una década, el gasto por alumno era tan solo algo más de la mitad, con 3.205 euros por alumno en el curso 2014-2015. No obstante, la titular de Educación ha señalado que el incremento de la inversión se ha centrado principalmente en los centros de mayor complejidad para acabar concluyendo que “esta inversión se debe acabar notando"
Factor decisivo
La situación socioeconómica familiar es el "factor que tiene más impacto” en los resultados, según ha defendido la consellera, que considera que estas circunstancias tienen más influencia que el origen, en alusión a la polémica que se generó respecto a la sobreestimación de alumnos migrantes. Anna Simó ha destacado que hay correlación entre el alumnado más desfavorecido y resultados bajos, a diferencia de estudiantes de un entorno más acomodado.
Por este motivo, ha insistido en la importancia de “neutralizar el factor socioeconómico” y combatir la segregación escolar y la pobreza infantil. Ante la reunión de mañana, ha expuesto que "tenemos un reto inmenso, pero tenemos una oportunidad de oro para dar un hachazo fuerte a las inequidades, a la falta de oportunidades y a unos resultados que no nos gustan". Simó incluso ha defendido que la aparente mejora de la equidad del sistema es indicativo de que el pacto contra la segregación está dando resultados "poco a poco".
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