Cómo saber si un gato tiene un problema grave: estos son los síntomas

Un gato durmiendo en una foto de archivo.
Un gato durmiendo en una foto de archivo.
PIXABAY
Un gato durmiendo en una foto de archivo.

Uno de los momentos más dolorosos de la vida de los que amamos a los animales es la despedida de nuestros compañeros peludos. Perros, gatos, cobayas, hurones, hámsteres... Da igual con qué animal convivamos, decirle adiós cuando llega su hora es un momento difícil de afrontar.

No obstante, excepto en los casos de enfermedad o accidente, si nuestros compañeros no humanos están cerca del momento de su muerte tendrán unos síntomas que pueden darnos pistas. En el caso concreto de los gatos, a pesar de ser expertos en camuflar su estado de salud, hay multitud de señales y signos que podemos identificar para empezar a prepararnos para su partida.

Repasamos algunos de los más comunes que deben alertarnos para acudir al veterinario y para prepararnos de cara a una posible despedida.

Síntomas de que nuestro gato se está muriendo

Los gatos son animales de rutinas que aman que las cosas siempre estén en el mismo sitio y que todo vaya según lo previsto. Por este motivo, si nuestro pequeño minino empieza a experimentar cambios en estas rutinas, puede ser un síntoma de que algo no va bien. 

Por este motivo, cuando se hacen mayores (la esperanza de vida de un gato doméstico que no tiene acceso al exterior y lleva una buena alimentación y rutina de ejercicio es de alrededor de los 15-16 años), es normal que empiecen a aparecer trastornos de conducta como que esté más irritable, que haga sus necesidades fuera del arenero más a menudo o que le veamos más apagado y deprimido.

Al igual que ocurre con las personas, otro síntoma habitual de que nuestro gato está mayor es que aparezcan alteraciones en sus constantes vitales. Que tengan un ritmo cardíaco o la temperatura fuera de lo normal es algo muy común, por ejemplo.

En relación con esto, puede que nuestros gatos presenten una temperatura más baja de la habitual (que sería entre los 38ºC y los 39ºC), un claro síntoma de que algo no va bien. ¿Cómo podemos saber si nuestro gato tiene la temperatura más baja? Tocándole la nariz y las almohadillas.

Otro de los signos que debe avisarnos de que nuestro gato puede estar llegando a su último día a nuestro lado es la falta de apetito. Aunque nuestros mininos son expertos en camuflar cualquier estado negativo en el que se encuentren, es fácil que identifiquemos si no están comiendo suficiente.

De hecho, pueden mostrar síntomas como vómitos, convulsiones, diarreas e incluso sangre en la orina que acompañen a esa falta de apetito. Ante cualquiera de estas situaciones lo mejor es acudir al veterinario.

Relacionado con los trastornos alimenticios, es normal que cuando nuestros felinos se acercan al momento de su muerte pierdan peso y empecemos a notar que se encuentran más delgados y débiles. Esto va unido a la falta de apetito que mencionábamos y a la falta de nutrientes que provoca (de ahí la importancia de acudir a nuestra clínica de confianza).

Otra cosa que hacen nuestros gatos cuando sienten que van a morir es buscar lugares donde esconderse y estar solos. Esto es algo natural de nuestros pequeños felinos, ya que ellos mismos se sienten vulnerables y, por ello, muchas veces buscan lugares que consideran seguros para morir.

No obstante, hay muchos gatos domésticos que ya no se comportan de esta forma, ya que depende mucho del carácter del animal y del vínculo que tengamos con ellos y cómo se sientan de seguros a nuestro lado. 

Otro síntoma habitual en gatos que están cercanos al momento de su muerte es que presenten mal aliento (halitosis), algo que también se produce si ingieren algo en mal estado. Si notamos que esto ocurre, no debemos dudar en acudir a la consulta, ya que puede también tratarse de alguna enfermedad.

Por último, algo que hará un gato los días previos a su partida es dormir más de lo habitual. Si ya de por sí nuestros gatos descansan muchas horas al día (alrededor de unas 15 horas), es probable que cuando se están muriendo lo hagan aún más.

Si vemos que nuestros mininos pasar la gran parte del día durmiendo y las pocas que se mantienen despiertos están sin energía (no quieren jugar o no nos busca), es probablemente porque le ocurra algo o simplemente esté llegando el momento de despedirnos.

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