Susto tremendo para Gisela que, afortunadamente, parece haber pasado ya. Tras ser ingresada de urgencia por un cólico nefrítico, durante su embarazo de riesgo, Gisela ya se encuentra en casa.
La cantante de 44 años, acompañada de su pareja, José Ángel Ortega, atendió a los medios a su salida del hospital, donde reconoció que había tenido mucho "miedo".
Ahora, en declaraciones a ¡Hola!, también confirma que ha tenido que ser intervenida. "Para colocarme un catéter doble J", señala. "Es una solución momentánea hasta que pase el embarazo. Querían evitar que se pudiera producir una infección en el riñón, que podría ser fatal para mí y para el bebé".
"En principio, lo que me han hecho tiene que aguantar hasta el final del embarazo e iremos viendo día a día", comentó la cantante a su salida del hospital. "El pronóstico tampoco era muy claro. No me podían medicar como una persona que tiene un cólico nefrítico normal, que te ponen opioides, morfina... Yo tuve que pasarlo con una medicación más suave", detalló.
"Nunca había sentido un dolor así en la vida, jamás. Es un dolor tan agudo que pierdes casi el conocimiento. Entras en shock, convulsionas, es un dolor inhumano", reconoció. "El dolor era bastante más incontrolable. He pasado tres días que no se los deseo a nadie", aseguró y habló del tratamiento que le han puesto: "Estamos en proceso de adaptación. Es algo que me va a permitir que todo vaya para delante, pero tiene también alguna contraindicación. Es un poco molesto, pero no me importa, lo que me importa es que el bebé y yo podamos llegar lo más lejos posible en el embarazo".
"Puedo hacer vida normal, sin excesos. Puedo cantar, puedo subirme a un escenario, pero todo esto va a ser día a día, porque esto es nuevo y no sé cómo mi cuerpo va a reaccionar", sostuvo. "Tengo a mi chico, tengo a mis perros, tengo a mi familia, pero él es el que está ahí conmigo mano a mano".
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