Una de las primeras medidas que adoptó el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, tras su llegada a la Alcaldía fue la retirada en el mes de agosto de los separadores de los carriles bus-taxi de la ciudad, al considerar, explicó entonces, que estos elementos causaban "múltiples accidentes", especialmente entre los motoristas. Ahora, el Ayuntamiento ha retomado estas vías preferentes para el transporte público, que estarán delimitadas a través de señales horizontales pintadas en la calzada y otras verticales.

Las tareas de implantación de los carriles comenzaron la pasada madrugada y se prolongarán durante unos días. Las vías específicas para autobuses y taxis, 2.425 metros lineales en total (las mismas que había antes), se identificarán con señalización horizontal, con marcas viales de color rojo de 30 centímetros de anchura en el lateral izquierdo del carril en el sentido de la marcha. En la parte derecha, se implantará otra línea longitudinal continua de borde de calzada del mismo color. Además, se repintará en el mismo color blanco existente la simbología propia del carril reservado para bus y taxi.

Sobre las líneas rojas se aplicará un suplemento de microesferas de vidrio, que aportarán poder reflectante y mejorarán la visibilidad nocturna. Y, por último, al inicio de cada tramo se colocará señalización vertical informativa específica, con carteles de 90x135 cm con fondo rojo reflectante nivel 2 y la leyenda "Carril exclusivo", que tendrá un nivel 3 de reflectancia.

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Vigilancia y multas

El nuevo sistema excluye así el tránsito por estos carriles de los vehículos privados (excepto motos y vehículos 100% eléctricos), y prohíbe las paradas y estacionamientos en los mismos. En este sentido, el Consistorio recuerda que el artículo 55 de la Ordenanza de Circulación de Sevilla determina que las sanciones se incrementarán en un 30% en este carril, a fin de facilitar la fluidez del transporte público.

El delegado de Movilidad, José Lugo, ha incidido además en que se prestará especial atención para evitar la detención indebida de vehículos en las proximidades de las paradas, lo que provoca la ralentización del servicio por la dificultad de los autobuses para entrar y salir de las mismas, así como "graves problemas de accesibilidad" a los vehículos, especialmente para las personas de movilidad reducida o de mayor edad.

Adicionalmente, también se están estudiando alternativas para la vigilancia de estos espacios mediante sistemas de visión artificial inteligente.

Esta solución, concluye el Ayuntamiento, garantizará la fluidez del transporte público de una manera "eficaz y segura", con un servicio "mejor y más rápido" al "ganar en velocidad comercial, puntualidad y regularidad, rebajando también los costes de explotación". Y, concluye el equipo de Gobierno local, "sin poner en riesgo" la seguridad vial del resto de usuarios de la vía, como sucedía, afirma el delegado, con los antiguos separadores de plástico, una medida "muy controvertida que provocó numerosos accidentes, no garantizó la seguridad vial de los usuarios y tampoco gustaba a los conductores de taxi y Tussam".

Por último, Lugo ha reiterado la apuesta del Ayuntamiento por el transporte público, anunciando que desde su delegación y desde la empresa de transporte municipal se están estudiando la creación de nuevas líneas y la implementación de nuevos sistemas de líneas rápidas y de alta capacidad sobre recorridos ya existentes.

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Ubicación de las vías preferentes

El Consistorio ha mantenido los mismos carriles bus-taxi que había hasta ahora en la ciudad, con el único cambio del sistema de delimitación de los mismos. Estas son las nueve vías en las que están ubicados.