Más de 1000 metros bajo la superficie, en las profundidades oceánicas, existen un sinfín de misterios por descubrir para los científicos, que estudian orgullosos cada hallazgo. El último, descubierto en la Antártida a mediados de este verano, es una especie con aspecto alienígena, tamaño de fresa y 20 brazos color púrpura y rojizo; el promachocrinus kerguelensis, denominado estrella de plumas antárticas.

Los autores de la investigación de Scripps Institution of Oceanographics, de la Universidad de California, han revelado que al menos ocho especies similares de extrañas criaturas viven en las aguas que rodean el continente más austral, a profundidades que oscilan entre los 100 y 1000 metros.

Un animal invertebrado en aguas gélidas

De las ocho, la pluma antártica es la que más ha llamado la atención a los científicos. Vive aferrada a las rocas y se alimenta de placton gracias a sus brazos que pueden extenderse hasta 30 centímetros y expulsan una sustancia pegajosa.

Además, aunque la mayoría de ellos son ásperos y protuberantes, algunos de estos brazos tienen una apariencia más suave y plumosa. A los científicos les recordó a una fresa porque el punto de conexión de los tentáculos, llamados cirri, presenta protuberancias circulares que asemejan las semillas de la fruta.

De hecho, en las fotografías, el equipo eliminó algunos de los cirros de la criatura para mostrar su forma de fresa. "Hemos quitado un montón de cirros para que puedas ver las partes a las que están adheridos, y eso es lo que parece una fresa", dijo Greg Rouse, uno de los líderes de la investigación.

¿Qué es una pluma de mar?

Las plumas de mar llevan el mundo desde hace más de 490 millones de años. Es más, llegaron a dominar el fondo del mar durante parte del Período del Misisipi, dejando gran cantidad de restos fosilizados bajo el agua y en lo que hoy es tierra firme, donde sus restos formaron muchas de las rocas calizas.

Estos organismos comen colocándose en las corrientes de agua y sacando los brazos, que están revestidos de “pies tubulares” que atrapan el plancton en las mucosas. 

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De las otras nuevas especies: P. unruhi y P. uskglassi, tienen una anatomía similar, con 20 brazos diferentes cada una, aunque, P. unruhi tiene cirros grandes que rivalizan con el tamaño de sus brazos, y P. uskglassi tiene un cuerpo grande de forma cónica.