El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no acudió en un primer momento al Senado para defender los tres decretos anticrisis, ómnibus y del subsidio de desempleo, de los cuales solo el último no se aprobó por la oposición de Podemos. Lo hizo solo tras conseguir la abstención de Junts, con la que logró sacar adelante los otros dos decretos. La cita —que se celebraba el miércoles la Cámara Alta porque el Congreso de los Diputados está en obras— supuso una agridulce victoria para el presidente en esta legislatura recién inaugurada y que, por aritmética parlamentaria, promete ser un camino de espinas para el Gobierno.
Pero en lugar de acudir este miércoles al Senado a los debates de la jornada y votación de las enmiendas, Sánchez prefirió encontrarse con los embajadores españoles durante la apertura de la VIII Conferencia de Embajadores que se celebra en Madrid, una táctica que ya ha utilizado en anteriores ocasiones. Estas han sido las citas más incómodas que el líder del Ejecutivo ha esquivado por tacticismo político en los últimos años:
Patxi López defendió la ley de amnistía
El Congreso debatió en diciembre pasado la ley de amnistía y fue Patxi López quien tuvo 'el honor' de defenderla frente a las duras críticas que se esperaban por parte de PP y Vox. Consciente del enorme rechazo que provocó en amplios sectores de la sociedad, Sánchez incluyó en su agenda una reunión con el rey de Jordania en la Moncloa para evitar su intervención en la Cámara Baja.
Óscar Puente replicó en la investidura de Feijóo
Sánchez no quiso intervenir en el fallido debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo, a finales de septiembre, y en su lugar cedió la palabra a Óscar Puente, entonces diputado socialista sin ningún cargo de responsabilidad. Fue una forma de minusvalorar el intento estéril del líder popular de llegar a la Moncloa, que tuvo premio para el exalcalde de Valladolid, nombrado ministro de Transportes en el nuevo Ejecutivo.
Sánchez no votó la reforma del 'solo sí es sí'
En abril se aprobó la reforma de la ley del 'solo sí es sí' en el Congreso y la corrección de la norma salió adelante sin el voto de Sánchez, que ese día se encontraba de visita en el Parque Nacional de Doñana. El líder del Ejecutivo no acudió al hemiciclo y ni siquiera optó por el voto telemático, pues prefirió pasar de puntillas por un trámite que le costó reproches desde todos los frentes (oposición y socios de coalición) y le obligaba a votar de la mano del PP.
Evitó las visitas al Senado
Desde que Alberto Núñez Feijóo fue elegido senador por Galicia, en mayo de 2022, Sánchez redujo al mínimo sus visitas al Senado para evitar los 'cara a cara' con el líder del PP, que entonces solo podía debatir con el presidente del Gobierno en la Cámara Alta al no tener escaño en el Congreso.
Delegó en Illa la defensa del estado de alarma
Durante la pandemia de covid, Sánchez optó por delegar en su ministro de Sanidad, Salvador Illa, la defensa en el Congreso del decreto de estado de alarma que en octubre de 2020 prorrogó esa medida de excepción en toda España durante seis meses. Entre críticas de la oposición, que pedían reducir el plazo para actuar en función de la evolución de la pandemia, Sánchez prefirió no acudir al hemiciclo.
No debatió sobre la covid con las autonomías
También en plena pandemia, Sánchez dio portazo a la Comisión de Comunidades Autónomas en el Senado, diseñada para debatir con los presidentes autonómicos sobre la gestión de la crisis sanitaria y a la que también acudió Pablo Casado como líder de la oposición. La presencia de todos los presidentes autonómicos del PP iba a suponer un incordio para el presidente del Gobierno que, en su lugar, envió a la entonces ministra de Política Territorial, Carolina Darias.
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