La llamada a consultas de la embajadora israelí en Madrid, Rodica Radian-Gordon, ha sido el último paso de la escalada de tensiones diplomáticas entre España e Israel. La decisión, anunciada en X (antes Twitter) por el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, se ha producido a tenor de las declaraciones de Pedro Sánchez esta mañana en TVE, y suceden a las sucesivas convocatorias de los embajadores por parte de ambos países tras la visita de Sánchez a Oriente Próximo hace una semana.
Este requerimiento a la embajadora, que deberá viajar a Israel en los próximos días, supone una retirada de la representación diplomática del Estado de Israel en España, con todas las implicaciones que esto podría tener. A falta de conocer la duración y el alcance de la decisión, ¿qué implicaciones tiene la retirada de la embajadora para España?
Un paso más en la crisis diplomática entre ambos países
Una llamada a consultas es una acción diplomática que significa dar el siguiente paso en un conflicto diplomático entre dos naciones: puede ser, según explica el profesor de Relaciones Internacionales en la UNIR Sergio Castaño en Newtral, el "paso previo a una ruptura de relaciones diplomáticas", ya sea de forma temporal o definitiva
Aún no se ha concretado la duración de la retirada, y aunque no significa la interrupción de relaciones entre ambos países, cuánto más prolongada sea esta retirada en el tiempo, mayor será la gravedad de la crisis entre ambos estados: todo dependerá del alcance de la decisión.
Following the outrageous remarks by the Spanish Prime Minister, who once again repeated baseless accusations, I decided to recall our ambassador to Spain for consultations in Jerusalem.
— אלי כהן | Eli Cohen (@elicoh1) November 30, 2023
Israel is acting, and will continue to act, according to international law, and will continue…
En cualquier caso, una ruptura de relaciones diplomáticas entre España e Israel, aunque aún no parece probable, sería el último peldaño de la crisis diplomática: se pondría fin a la misión diplomática (embajadores, cónsules y funcionarios) de España en Israel y viceversa, según lo establecido en la Convención de Viena de 1961. Esto comprometería cualquier acuerdo entre ambos países, ya sea en materia comercial, política, estratégica o de defensa.
En cualquier caso, será necesario conocer la respuesta del Gobierno español a esta decisión y los pasos a seguir por parte de ambos países para conocer la magnitud de la crisis diplomática que parece acrecentarse entre España e Israel.
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