La votación pública por llamamiento celebrada en el pleno del Congreso el jueves 16 de noviembre a mediodía se saldó con 179 diputados a favor y 171 en contra de otorgar la confianza al candidato a la investidura, Pedro Sánchez. Lo que le hizo quedar investido presidente del Gobierno. Acto seguido, la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, se desplazó al palacio de la Zarzuela para dar cuenta al rey del resultado de la votación.
El pasado viernes 17 Pedro Sánchez prometió su cargo ante el rey allí mismo. El lunes 20 los ministros propuestos por el presidente para que formaran parte del Gobierno fueron nombrados por el rey, a tenor de lo dispuesto en el artículo 100 de la Constitución, y se publicaban en el Boletín Oficial del Estado los decretos correspondientes a los nombramientos de cada uno, así como los que daban cuenta de los ceses de sus antecesores.
De todos estos episodios fueron testigos oculares los periodistas, aunque hubieran de permanecer mudos, sin posibilidad de formular preguntas. Por el contrario, carecemos de prueba testifical alguna que acredite la celebración de un encuentro vis a vis entre el jefe del Estado y el presidente del Gobierno en el que despacharan los decretos de nombramiento de ministros y ministras.
Si a los incoercibles de fidelidad inquebrantable se les interrogara sobre esta cuestión, aducirían que en artículo alguno de la Constitución vigente se preceptúa que deba celebrarse un encuentro de esa naturaleza para despachar vis a vis las propuestas que Sánchez deba hacer al rey para que proceda a nombrar a los miembros del Gobierno.
Pero tampoco figura en ningún otro artículo de la Carta Magna que, por ejemplo, haya celebrarse una sesión semanal de control al Gobierno en el pleno del Congreso ni que haya de convocarse cada año un Debate sobre el estado de la nación o tantos otros usos que han cobrado carta de naturaleza.
Alea jacta est, los acuerdos del PSOE con Junts, ERC, Bildu, PNV, BNG y CC, además de con 'yoyolanda' y Más País, están cerrados; su traducción en votos para el llamado bloque progresista consta en el Diario de Sesiones.
En principio, los diputados han quedado elegidos para cuatro años, salvo disolución y convocatoria adelantada de elecciones que es atribución del propio presidente o moción de censura que progresara encumbrando a un candidato alternativo cuyas probabilidades se estiman mínimas.
Así que paciencia y barajar. No rompas la baraja; sigue, Sancho. Jugar sabe cualquiera si se gana, pero para ir tirando de olla y pana hay que tener el corazón muy ancho. Y quedemos a la espera de la sesión inaugural de la legislatura, convocada para el próximo miércoles 29 de noviembre, donde don Felipe pronunciará un discurso que será examinado al microscopio electrónico. Continuará.
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