El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajará a Israel y Palestina este mismo jueves para abordar el ataque terrorista de Hamás el pasado 7 de octubre y la "crítica situación humanitaria" en la Franja de Gaza, asediada desde entonces por las fuerzas israelíes. Lo hará junto al primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, que relevará a España en la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea a partir de enero. Ambos se verán con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas.
Tal y como recuerdan fuentes gubernamentales, será su primer viaje internacional tras ser investido el pasado jueves. En dicho debate se comprometió a trabajar durante la legislatura, tanto en España como en Europa, para que se reconociese a Palestina como un Estado, una promesa que ya anunció en 2015 y con la que trata de contentar a Sumar, que ha tratado de coger la bandera de Palestina como propia.
Estando en funciones, recibió en la Moncloa a varios de los actores implicados, como el presidente de la Federación de Comunidades Judías en España, Isaac Benzaquen, o el secretario general de la Comisión Islámica en España, Mohamed Ajana. También hizo lo propio con Rodica Radian-Gordon, embajadora de Israel con quien el Ejecutivo mantuvo un "incidente diplomático" por la decisión de la Embajada de acusar a "ciertos elementos del Gobierno" de "alinearse con Hamás", en referencia a la ya exministra Ione Belarra.
Sin embargo, hasta ahora no se había confirmado una visita al territorio, como sí han hecho otros líderes europeos y mundiales, como el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y los primeros ministros de Reino Unido, Rishi Sunak; de Italia, Georgia Meloni; de Francia, Emmanuel Macron; o de Países Bajos, Mark Rutte.
Sánchez realizará este viaje como presidente rotatorio del Consejo de la Unión Europea, un puesto que recibirá Bélgica a partir de enero. Es por ello por lo que le acompañará Alexander de Croo, el primer ministro belga. Ambos se reunirán con el presidente israelí, Isaac Herzog, y con el primer ministro Netanyahu. También, con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas. Con todos ellos abordarán "el impacto del ataque terrorista perpetrado por Hamás contra Israel" a comienzos de octubre y "la crítica situación humanitaria en Gaza".
Además, las conversaciones se centrarán "en la protección de todos los civiles, la liberación incondicional e inmediata de los rehenes, el acceso de la ayuda humanitaria a la Franja, el respeto del Derecho Internacional Humanitario y la búsqueda de una solución política duradera para la región". Esto último, "basado en dos Estados, Israel y Palestina".
El presidente del Gobierno retoma así, una vez investido, su agenda internacional. Y lo hace con un conflicto en el que ha tratado de marcar agenda. Lo hizo en la última cumbre del Consejo Europeo del mes de octubre, donde insistió en que España está dispuesta a acoger una conferencia de paz entre Israel y Palestina, y dijo que podía tener "en seis meses".
"Queremos que no sea una conferencia como hemos visto en otras ocasiones sino que pueda suponer una paz definitiva. Esa paz definitiva, para toda la región, solo llegará a través de la solución de los dos Estados. Es la solución que he puesto encima de la mesa", había defendido días antes José Manuel Albares, confirmado en el Ministerio de Exteriores.
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