Carlo Acutis, el genio de la informática que se convirtió en el "influencer de Dios"

  • El Vaticano lo beatificó tras reconocer que el joven obró un milagro al curar a un niño de una extraña enfermedad.
  • Este sábado se estrenó 'El Latido del Cielo', una película sobre los milagros documentados por el beato italiano.
  • El momento de la apertura de la tumba de Carlo Acutis.
El beato Carlo Acutis, genio de la informática e 'influencer de Dios'
El beato Carlo Acutis, genio de la informática e 'influencer de Dios'.
Henar de Pedro
El beato Carlo Acutis, genio de la informática e 'influencer de Dios'

Carlo Acutis era un joven como cualquier otro. Vivía junto a su familia en un céntrico barrio de la ciudad italiana de Milán, iba a la escuela y tenía muchos amigos. Sin embargo, la realidad es que Carlo poseía ciertas características que lo hacían ser mucho más que un simple chico al que le gustaban los videojuegos y jugar fútbol. Se acercó a Dios desde muy pequeño y a pesar de su corta edad era un genio de la informática. Falleció en 2006 a la edad de 15 años y más tarde la Iglesia reconoció que el joven había intercedido en la realización un milagro. En 2020 fue beatificado por el Papa Francisco, quien lo apodó "el influencer de Dios", según ha contado a 20minutos su madre, Antonia Salzano.

"Era un muchacho de nuestros tiempos, un chico sencillo, bromista y alegre", relata su madre. Desde muy pequeño, tras observar a los mendigos que se encontraban en las calles de Milán, comenzó a preguntarse cómo era posible que él tuviera una casa, un cama donde dormir y comida, mientras que otras personas no tenían nada. A partir de entonces organizó una "Cáritas doméstica" y comenzó a repartir, con ayuda de su madre, sacos de dormir, cobijas y comida a los necesitados, la mayoría de ellos inmigrantes que ni siquiera hablaban italiano. "Me gustaba que mi hijo ayudara a los demás y yo lo ayudé como pude", afirma Antonia.

Un niño precoz y caritativo

Sin embargo su caridad iba mucho más allá. Sus abuelos y tíos le regalaban dinero en sus cumpleaños o en Navidad y "a los cinco años llevó su hucha a los Capuchinos de Milán, que tenían un comedor para los pobres", cuenta Antonia. Sin embargo, Carlo no solo ayudó a los inmigrantes y a las personas sin recursos, sino también a los mayores, a los chicos que sufrían acoso escolar y a las personas con discapacidad. Además de piadoso también era muy inteligente. De hecho, su madre relata que cuando tenía nueve años lo acompañaba a la Universidad Politécnica de Milán a buscar libros de ingeniería informática. Según Antonia, "era un genio de los ordenadores". Realizaba dibujos animados en 3D, editaba imágenes, sabía de maquetación, montaba vídeos y creaba páginas web sin que nadie le explicara cómo hacerlo.

También fue un niño precoz en el ámbito religioso. Se acercó a Dios desde muy pequeño y empezó a ir a misa y a rezar el rosario todos los días. "Le gustaba leer la Sagrada Escritura, así como también sobre las apariciones de la Virgen María y de la vida de los santos", cuenta Antonia. Hizo la Primera Comunión a los siete años y más tarde empezó a dar clases de catecismo, para las cuales comenzó a investigar la mejor manera de difundir la fe. Además, consideraba que la gente no comprendía la importancia de la Eucaristía, porque de ser así habría colas en las iglesias al igual que a las puertas de los estadios de fútbol.

El ciberapóstol de la Eucaristía

Tras estudiar la mejor manera de difundir la fe, decidió utilizar sus conocimientos informáticos para crear una página web en la que recopiló los Milagros Eucarísticos reconocidos por la Iglesia y también por la comunidad científica. De hecho, fue precisamente el hecho de haber empezado a hacer uso de la internet para difundir la fe el motivo por el cual fue apodado "el influencer de Dios", según indica su madre. La exhibición realizada por Carlo ya ha sido presentada, a día de hoy, en más de 500 iglesias en Italia y en otras 10.000 ubicadas en todo el mundo.

Carlo fue diagnosticado con leucemia cuando era un adolescente y falleció el 12 de octubre de 2006. "No tenía miedo de la muerte, porque para Carlo la muerte era el pasaje a la verdadera vida", expresa Antonia, quien añade que el joven mantuvo su serenidad y su sonrisa hasta que partió. "La Eucaristía es mi autopista hacia el cielo", solía decir el joven. Años después, un niño brasileño llamado Matheus, que padecía de una mortal malformación congénita en el páncreas, le pidió a Carlo que intercediera para curarlo de su enfermedad, la cual le provocaba vómitos constantes. Al hacerlo el menor se curó y tras confirmarse el milagro fue beatificado por el Papa Francisco el 10 de octubre de 2020, convirtiéndose así en el primer beato millenial.

A pocos días de ser beatificado su tumba fue abierta y las personas se llevaron una gran sorpresa al observar que, tras catorce años de su muerte, su cuerpo no se había descompuesto. Por esta razón, se empezó a decir que su cuerpo se mantenía incorrupto, algo que su madre ha desmentido. Según ha indicado, el cuerpo de su hijo no se mantiene "incorrupto", sino "intacto", así como también la mayoría de sus órganos y está vestido con vaqueros, deportivas y chándal, algo que también impacta. No obstante, reconoce que su piel sí ha sido tratada. "Yo lo considero una señal de esperanza, pero no por esto se le considera un santo", matizó.

El Latido del Cielo

La popularidad de Carlo ha ido aumentando con el paso de los años y, con el fin de difundir su testimonio de fe, se han realizado varias películas sobre él en varios países, incluyendo España. El año pasado se estrenó El cielo no puede esperar, una película que recorre la vida del beato y este sábado 17 de noviembre se estrenó El Latido del Cielo, un documental que se enfoca en los Milagros Eucarísticos investigados por Carlo. Según ha indicado a este medio Borja Zavala, codirector de la obra, en este documental los espectadores podrán conocer los detalles de algunos de estos milagros. Entre ellos, la aparición de tejido miocárdico con signos de agonía en el recipiente con agua donde se había colocado una hostia consagrada que había caído al suelo previamente en una iglesia de Legnica, Polonia.

Además de contar con el testimonio de los científicos que han analizado dichos hallazgos, en el documental también hablarán Antonia, amigos y familiares de Carlo y, por primera vez, su padre. "Es una película para todos los públicos. Nosotros nos enfocamos lógicamente en las personas creyentes, pero también en aquellas no creyentes que tengan dudas", explica Borja. También indica que decidieron hacer el filme sobre Carlo porque él "rompe el esquema de los santos que teníamos hasta ahora", ya que al pensar en beatos o santos se suele pensar en personas del siglo XVIII o que estaban recluidas en un convento y no en jóvenes con vaqueros y deportivas. "Era un chico normal" con un gran testimonio de vida, afirma el codirector.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento