El divorcio de Hugh Jackman y Deborra-Lee Furness dejó a todo Hollywood sin palabras. La pareja, que llevaba 27 años junta, tiene dos hijos en común y no había ningún indicio que hicieran saltar las alarmas.
Y es que el único motivo detrás de la separación era la falta de pasión que llevaban arrastrando. De hecho, entre ellos ha quedado una bonita amistad y prueba de ello fue la celebración del 55 cumpleaños del actor, donde se les pudo ver juntos.
Ahora, la pareja se encuentra inmersa en un acuerdo para poner fin a su etapa de casados. Por ello, los abogados de ambos se han reunido para firmar todos los papeles y demandas de ambas partes. Es así como se ha conocido la dura petición del que diera vida a Lobezno.
Hugh siempre ha querido mantener muy separadas su vida pública de la privada, por ello, le ha pedido a Deborra que firme un acuerdo de confidencialidad. De este modo, la australiana no podría hablar de los años que han pasado juntos.
De acuerdo a lo que una fuente ha explicado al National Enquirer, este acuerdo no se trata de un control financiero, sino para proteger la intimidad de la familia: "La preocupación de Hugh nunca ha sido el dinero, sino tenerlo todo bajo control. Es un hombre con muchos secretos y no quiere que ninguno de ellos quede expuesto".
"Digamos que Deb no tendrá que preocuparse por conseguir un trabajo. Tendrá suficiente dinero para el resto de su vida... si firma un acuerdo de confidencialidad hermético", ha asegurado la fuente. De hecho, como ha explicado, al no tener acuerdo prenupcial, él estaría dispuesto a cederle "100 millones de dólares, siempre que ella acceda a sus estipulaciones".
Esto supondría casi la mitad de su patrimonio. Y es que el actor cuenta con bienes y propiedades que aumentarían su fortuna en alrededor de 290 millones de dólares. O lo que es lo mismo, más de 266 millones de euros.
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