La jueza no acepta anular el proceso contra el asesino confeso de Juana Canal, como pedía la defensa: la causa avanza hacia juicio oral

El novio confesó dónde había enterrado el cuerpo en 2022.
El novio confesó dónde había enterrado el cuerpo en 2022.
GUARDIA CIVIL
El novio confesó dónde había enterrado el cuerpo en 2022.

La causa por la muerte en 2003 de Juana Canal, cuyo cadáver se encontró en 2019 y llevó a reabrir el caso y a detener a su exmarido, avanza hacia el juicio, tras una vista celebrada este miércoles en la que la jueza ha adelantado que no atenderá la petición de la defensa de que se anule el proceso.

La titular del Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid ha celebrado este miércoles la vistilla prevista en la Ley del Jurado en la que las partes pueden pedir que se practiquen diligencias antes de cerrar la fase de instrucción y se tienen que pronunciar sobre si hay que abrir juicio oral o por el contrario se debe archivar la causa.

En la comparecencia, la Fiscalía y el resto de acusaciones han pedido que se abra juicio oral contra Jesús Pradales por el homicidio de Juana Canal, mientras que su defensa ha pedido que se archive la causa por un defecto procesal, al no haberse cumplido los plazos de instrucción, según ha explicado al término el letrado de la familia de Juana Canal.

El abogado Juan Manuel Medina ha añadido que la magistrada ha avanzado que desestima esta petición de la defensa y habrá juicio oral, dado que los plazos de la ley de enjuiciamiento criminal que cita la defensa no son aptos para el tribunal de jurado.

Análisis del teléfono móvil 

Ninguna de las partes ha pedido que se practiquen nuevas diligencias, pero la acusación particular que ejerce la familia de Juana Canal sí ha incidido en que queda pendiente analizar el teléfono móvil del acusado, algo que en su opinión es relevante porque demuestra "que estuvo viviendo 20 años sin ningún tipo de remordimiento".

En este sentido Medina ha recordado que en las conversaciones del acusado con su actual pareja él "bromea y se mofa de Juana Canal".

Tanto la Fiscalía como la acusación particular que ejerce la familia de la víctima solicitan que Pradales sea condenado a 15 años de prisión por un delito de homicidio.

El Ministerio Público considera que en el delito concurre la circunstancia agravante de parentesco, pues el presunto homicida y Juana eran pareja, mientras que la acusación particular solicita que se contemple el agravante de género.

Por el contrario, en el escrito de la defensa de Jesús Pradales, al que ha tenido acceso EFE, su letrado solicita a la jueza que se declare la nulidad de las diligencias practicadas desde el 23 de noviembre de 2020, al no prorrogarse entonces las actuaciones.

Explica que el 26 de septiembre de 2019 se acordó declarar compleja la instrucción, fijando en 18 meses su tramitación desde el auto de incoación -dictado el 23 de mayo de 2019-, sin que se prorrogase luego el plazo. Eso conlleva la "nulidad absoluta y de pleno derecho" del procedimiento, ya que constaría una declaración válida del acusado, que lleva en prisión desde el 28 de octubre de 2022, según la defensa.

En el escrito se exonera a Jesús Pradales de cualquier responsabilidad, ya que causó la muerte a su expareja sin querer.

Según su relato, el día 23 de febrero de 2003 Juana y Jesús discutieron y ella, "que era consumidora adicta a alcohol y pastillas y que se encontraba bajo procesos depresivos", le golpeó, hasta que en un momento dado él extendió un brazo para protegerse, sin querer causar daño a Juana, y ella se cayó y se golpeó la cabeza mortalmente.

Luego Jesús huyó "ante el evidente temor de que lo acusasen de causar voluntaria e intencionadamente la muerte de Juana al haber estado previamente la Policía como consecuencia de la inicial discusión, procedió a esconder el cuerpo de Juana Canal en la localidad de Navalacruz, sin manifestar a nadie lo ocurrido realmente". 

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