La política portuguesa está atravesando su peor momento. Una supuesta trama de corrupción —que implicaría a varios miembros del Gobierno luso— relacionada con unas minas situadas al norte del país ha provocado la dimisión del primer ministro, Antonio Costa, que está siendo investigado por la Fiscalía de Portugal por supuestos crímenes de prevaricación, corrupción activa y pasiva, y tráfico de influencias en negocios de lítio e hidrógeno.
A esto se suman las detenciones del jefe de gabinete de Costa, Vítor Escária, de un consultor cercano al primer ministro, Lacerda Machado, y del alcalde de Sines, Nuno Mascarenhas. Además, la policía ha llevado a cabo registros en la residencia oficial de Costa y en aquellos "espacios utilizados por el jefe de Gabinete del primer ministro". Esta tormenta de acusaciones y detenciones ha sacudido los cimientos del país vecino.
Una mina a 20 kilómetros de Galicia
El epicentro de esta agitación política se encuentra en Montalegre, una localidad situada a unos 20 kilómetros del municipio ourensano de Verín, donde la empresa Lusorecursos planea llevar a cabo un proyecto de explotación minera de litio, que incluye la creación de una refinería en la Mina do Romano. Su socio, la británica Savannah Resources, promueve también una mina a cielo abierto en Covas do Barroso.
Ambos proyectos se encuentran en la misma zona, pero el de Barroso podría estar al margen de la investigación. A pesar de la multitud de alegaciones en contra y de un informe negativo de la ONU, la Agencia Portuguesa de Ambiente (APA) dio 'luz verde' a estas minas —la británica el pasado mes de mayo y la lusa en septiembre—, que también contempla un Complejo de Anexos Mineros (CAM), donde se procesa el mineral en bruto.
Lusorecursos adquirió la concesión de este yacimiento en marzo de 2019, pero la puesta en marcha del proyecto estaba supeditada a la aprobación de su declaración de impacto ambiental. Finalmente, fue favorable, pero la APA le exigió una serie de condiciones y un "nivel alto de exigencia ambiental", según un comunicado de la propia agencia.
Así es la mina de Montealegre
Esta concesión abarca un área de 825,4 hectáreas, aunque solamente está prevista la explotación mixta de depósitos minerales de litio en una superficie de 637,5 hectáreas. Esto significa que 29,7 serán a cielo abierto y el resto para trabajos subterráneos.
Las obras, para las que estaba prevista una inversión de 650 millones de euros, arrancarían en el año 2025 y se completarían en 2027. A partir de ese momento, ya entraría en funcionamiento el complejo. Además, se espera que de la Mina do Barroso salgan unas 175.000 toneladas de litio cada año y se creen más de 200 puestos de trabajo directos, según la Cámara Oficial de Mineiros de Galicia.
Este proyecto potenciaría la industria de los vehículos eléctricos y otros aparatos que dependen de baterías. El litio es uno de los elementos más demandados y "es el recurso protagonista que permitirá el desarrollo social y la lucha contra el cambio climático", según la Cámara Oficila de Mineros de Galicia.
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