Un alto el fuego humanitario inmediato. Es lo que reclaman las principales agencias de Naciones Unidas cuando se cumple un mes del ataque de Hamás a Israel y la ofensiva de su gobierno contra Gaza. En la misiva, inusualmente conjunta, los altos funcionarios de la ONU exigen la inmediata liberación de los secuestrados por la milicia palestina, condenan sus asesinatos y piden a Tel Aviv que acabe con el cerco a la población de la Franja, privada de lo esencial para vivir. Todo un manifiesto contra los horrores a los que asistimos que pretende reconciliarnos con la condición humana.