Apenas una semana después de que la pasión por Britney Spears se haya visto desatada por la salida al mercado de La mujer que soy, su libro de memorias, alguien con muchas ganas de aprovecharse de las mitomanía de sus fans ha decidido que era el momento de hacer dinero con una compra que hizo hace un par de años: la casa de la infancia de la cantante.

Se trata de la vivienda en Kentwood, en el estado de Luisiana, en la que la artista vivió a partir de sus tres años y que considera su verdadera casa, dado que, aunque ella había nacido en McComb, en Misisipi, fue en esta residencia donde creció y se crio y comenzó la historia que todo el planeta conoce.

El nuevo propietario la ha sacado a la venta por un precio de 1,2 millones de dólares —aproximadamente, 1,13 millones de euros—, una cantidad muy superior a la que él pagó hace casi dos años y medio al padre de la artista, James Spears, quien le vendió la propiedad por únicamente 289.000 dólares debido a sus problemas económicos.

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Como es obvio, el nuevo propietario quiere aprovecharse de la recobrada fama de Britney lejos de la tutela paterna para hacer negocio con esta vivienda que cuenta con tres dormitoriosy tres cuartos de baño en unos 213,5 metros cuadrados habitables. Además, se asienta la casa sobre una increíble parcela de 7.565 metros cuadrados.

A todo ello, sin embargo, hay que sumar lo más importante: la vivienda apenas si se ha tocado desde que la familia Spears residiese allí, por lo que aún hay multitud de detalles y de objetos y mobiliario que pertenecieron o que directamente fueron hechos por Britney Spears.

Por ejemplo, la casa aún mantiene el estudio de danza original en el que la futura Princesa del Pop comenzó a dar sus primeros pasos de baile. Asimismo, hay objetos y pinturas infantiles realizas por Britney y su hermana pequeña, Jamie Lynn. Una de las dos, de hecho, dejó escrito en el cemento un "Amo a Britney".

De todas formas, quizá el comentario más jugoso de la casa sea el que está escrito con tinta negra en el interior de una de las puertas de un armario: "Christina apenas, Britney es la que manda". Desde medios como TMZ se atreven a especular con que, dada su animadversión desde la infancia, dado que ambas empezaron en Disney, se tratase de un mensaje contra Christina Aguilera.

Y, de hecho, de esa época hay un detalle más, dado que la habitación de Britney aún contiene un pequeño santuario adolescente al grupo de moda de entonces, NSYNC, y en el que, casualmente, tocaba el entonces novio de Britney, Justin Timberlake. Aunque ahora se sabe cómo terminó aquella historia.