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'Jugar es obligatorio', para que todos los niños con discapacidad disfruten de sus juguetes favoritos: "Quieren sentirse incluidos"

Un niño juega con un juguete adaptado por 'Jugar es obligatorio'.
Un niño juega con un juguete adaptado por 'Jugar es obligatorio'.
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Un niño juega con un juguete adaptado por 'Jugar es obligatorio'.

Todos los niños tienen de derecho a jugar, y no solo para que distraerse o divertirse, que también es importante, sino porque jugar contribuye a que tengan un desarrollo óptimo. Dentro del juego, adquieren habilidades cognitivas, sociales, de lenguaje… y, sobre todo si comparten el juego con otros, se sienten parte del grupo y, en definitiva, son más felices.

Sin embargo, de este derecho y de todos los beneficios que aporta el juego, hay niños que no pueden disfrutar debido a la falta de adaptación o accesibilidad de la mayoría de los juguetes. Se trata de niños con desafíos motores o sensoriales, que ven como sus posibilidades de juego se ven mermadas porque sus juguetes favoritos no están pensados para ellos.

Para que esto no ocurra, desde la Fundación Orange, en colaboración con La fabrica de las palabras y el grupo de investigación Mantis de la Universidad de Castilla-La Mancha, han puesto por segundo año consecutivo el programa Jugar es obligatorio, una iniciativa que adapta de manera gratuita juguetes a los niños con algún tipo de desafío, ya sea motor o sensorial, "con 'Jugar es obligatorio' trabajamos por una sociedad sin barreras, donde los más de 100.000 menores con algún tipo de discapacidad física o sensorial reconocido en España puedan disfrutar de su derecho a jugar", asegura Daniel Morales, director de Sostenibilidad de Orange y de la Fundación Orange.

Un derecho que no siempre se cumple

Sol Solis, pedagoga terapéutica responsable de la Fábrica de palabras, cree que es indispensable que todos los niños, sean cuáles sean los desafíos a los que se enfrente, puedan jugar, y que lo hagan en las mismas condiciones que los demás, algo que cree que no ocurre hoy en día, "muchos niños, debido a desafíos motrices o sensoriales, no pueden acceder al mismo catálogo de juguetes que el resto. Ven anuncios en la televisión de juguetes 'supermolones', pero que no están diseñados para que ellos puedan interactuar, jugar y aprender con ellos, y eso es muy injusto", asegura Solís.

Es cierto que hay juguetes ya adaptados, pero además de ser muy pocos, son muchísimo más caros, y, en su opinión, segregan, "es una realidad muy desigual con la que estamos comprometidos y que queremos derribar, porque estos juguetes minoritarios se venden como inclusivos, pero su trasfondo es muy segregador", señala.

Juguetes adaptados en 'Jugar es obligatorio'.
Juguetes adaptados por 'Jugar es obligatorio'.
Cedida.

Al fin y al cabo, como explica Solís, todos los niños lo que quieren es jugar con un juguete que les guste, que está de moda… quieren el juguete que quiere todo el mundo, "en esta época, cuando pones la tele, te encuentras con miles de anuncios de juguetes de cara a Navidad y Reyes, y es injusto para los niños que quieren usarlos, pero que no pueden porque tienen una discapacidad. Solo se les permite pedir juguetes que, además de ser muchísimos menos, ni salen por la tele, ni son los que se piden tus primos o tus amigos… y al final cualquier niño quiere aquello que ve". 

"Imagina -continúa Sol Solís- que todos los niños tienen el juguete de moda, y el que el juguete de moda tiene un botón que necesita ser activado. Todos estamos reunidos y usando el juguete, y el niño con discapacidad no puede activarlo... Ya no participa. Si puede hacerlo, aunque sea de otra manera, adaptada, la cosa cambia, se siente parte… De lo contrario, si por su condición no puede, se va sentir muy discriminado y mal". 

En 'Jugar es obligatorio' adaptamos juguetes que ya sabemos que les gustan para que puedan usarlo como los demás

Y esa es precisamente la labor de Jugar es obligatorio, "adaptar juguetes que ya sabemos que les gustan, para que puedan usarlo como los demás, que el niño elija el juguete que de verdad quiera y nosotros se lo adaptamos".

De esta forma, se favorece la interacción con el entorno de los niños con discapacidad, se les hace partícipes de lo que ocurre a su alrededor y se les proporcionan las mismas oportunidades que al resto de divertirse, aprender, relacionarse, comunicarse… En definitiva, les da la oportunidad de disfrutar de todas ellas actividades ligadas a la experiencia de jugar.

Cómo solicitar un juguete a ‘Jugar es obligatorio’

Jugar es obligatorio es una iniciativa abierta a todo el mundo que quiera adaptar a un juguete para que un niño con desafíos motores, cognitivos o sensoriales lo use en cualquier contexto, por eso la iniciativa está abierta a padres o familiares que quieran hacerles un regalo, pero también a colegios, empresas o centros que los quieran usar con fines terapéuticos.

Para solicitar un jugué adaptado, solo tienen que dirigirse a este enlace, rellenar un cuestionario y esperar. Una vez recibida su solicitud, se recogerá el juguete en la dirección especificada y empieza el proceso de adaptación.

El proceso adaptación puede ser o muy complejo o muy sencillo, dependiendo de las necesidades del niño. Así, por ejemplo, las adaptaciones pueden ser de síntesis de voz o dispositivos hápticos para compensar las dificultades de visión, realimentación visual o háptica para compensar la dificultad auditiva, actuadores más accesibles e inteligentes para compensar los problemas de espasticidad y los movimientos involuntarios que provoca la parálisis cerebral e incluso se pueden adaptar texturas y/o sonidos para niños con problemas sensoriales, como los niños con autismo, a quienes suelen ir dirigidas las acciones de la Fundación Orange, "hay muchos niños con autismo que tienen desafíos sensoriales importantes con determinadas texturas, materiales… que, al tocarlas, incluso les transmite la sensación de dolor a nivel sensorial", explica Solís.

En estos casos, lo que hacen es cambiar la textura por otra que no le produzca esa reacción sensorial, "hay determinados plásticos, por ejemplo, que son muy fríos, juguetes que hacen muchos ruido o muy altos… Y también hay otros que les suponen un desafío motor, pues muchos niños tienen problemas a nivel de psicomotricidad fina, no pueden pulsar un botón pequeño, mover una palanca…", cuenta Esther González, directora de proyectos de autismo de la Fundación Orange.

Una vez realizada la adaptación correspondiente, se envían de vuelta y de manera gratuita, a la dirección anterior.

Desde Fundación Orange quieren, además, ser capaces de hacer adaptaciones cada vez más complejas, "estamos investigando, con la Universidad de Castilla-La mancha, hacer adaptaciones para niños con grandes desafíos motores, para que puedan, por ejemplo, mover un juguete con la mirada", añade Esther González.

Todos los niños quieren sentir que sus intereses son los mismos que los del resto. Quieren sentirse miembros de la sociedad, sentirse incluidos

Además, la idea es ‘ampliar inclusión’, y por eso han extendido la iniciativa a través de un acuerdo con la Fundación Crecer Jugando, para que niños en situación de vulnerabilidad que lo necesiten también puedan beneficiarse de Jugar es obligatorio.

A las personas interesadas en pedir adaptaciones de juguetes, Esther González les invita a solicitarlos ya si quieren llegar a tiempo para Navidad, pues si el año pasado recibieron cientos de solicitudes, este año esperan muchas más, "que lo hagan ya, porque en fechas muy cercanas, estamos más desbordados. No más tarde del puente de diciembre, sobre todo si son adaptaciones complejas", advierte.

La idea es que ni un niño con discapacidad se quede sin incluir en la carta a los Reyes ese juguete que tanto le gusta, porque, como recuerda Solís, "todos los niños quieren sentirse parte, involucrados, sentir que sus intereses son los mismos que los del resto. En definitiva, quieren sentirse miembros de la sociedad, sentirse incluidos". 

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