Los conductores de patinetes eléctricos se manifestarán este sábado en Barcelona contra la decisión de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) de mantener de forma indefinida la prohibición en el transporte público de estos vehículos, que estaban vetados temporalmente desde febrero, tras arder uno en los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC).

La marcha, convocada por la Asociación de Usuarios para la Movilidad Personal (AUMP), empezará a las 11:30 horas en la plaza de los Països Catalans, frente a la Estación de Sants, y recorrerá vías como el Paral·lel, La Rambla o el Passeig de Gràcia. "Cortaremos el tráfico en el tramo de la calle Balmes entre Aragó y Consell de Cent", aseguran desde la entidad, y añaden: "Basta de prohibiciones absurdas, de estigmatizarnos, de no vernos como la alternativa que somos y de injusticias".

Mediante un comunicado, la asociación exige "una reunión inmediata con los responsables de la ATM y la conselleria de Territorio", para "aclarar la situación y trabajar en busca de medidas que faciliten la desescalada” del veto a los patinetes en el transporte público.

La entidad denuncia "la expresa discriminación de los monociclos eléctricos, que al igual que las bicicletas eléctricas, contienen las mismas baterías". Además, reivindica los patinetes como "medios que realmente están empujando a miles de usuarios a utilizar el transporte público". En este sentido, sostiene que la decisión de la ATM es "una involución desgarradora que revierte el cambio modal que tantos años ha costado conseguir". 

La AUMP lamenta que "los técnicos de la ATM no han trabajado la situación" y no han colaborado con la entidad "para buscar soluciones durante nueve meses".

La prohibición

La ATM aprobó mantener de forma indefinida la prohibición en el transporte público barcelonés de los patinetes eléctricos el 20 de octubre. Mediante un comunicado, el organismo informó de que "insta" a los distintos operadores a que "incorporen" esta medida a "las condiciones generales de uso de sus servicios". 

El veto estaba en marcha desde febrero provisionalmente para evitar accidentes por sobrecalentamiento de las baterías de estos vehículos de movilidad personal (VMP), después de que uno se incendiara e hiriera a tres pasajeros en un vagón de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) el 17 de noviembre. El maquinista tuvo que detener el tren de golpe y apagar las llamas.

La prohibición temporal expiraba el 31 de octubre, tras prorrogarse un periodo inicial de seis meses, y el grupo de expertos que analizó los riesgos de estos vehículos de movilidad personal abogó porque sea indefinida, algo a lo que dio luz verde la ATM. Actualmente, subir un patinete a trenes de Renfe, FGC, buses, metro y tranvía supone una sanción de hasta 200 euros.

"Se considera que la regulación aplicable a los VMP no aporta, a día de hoy, las suficientes garantías de seguridad para permitir su presencia en el transporte público", apunta el comunicado de la ATM. Añade que "pese al conjunto de medidas analizadas para reducir el riesgo y el impacto", como "la limitación horaria por grados de ocupación, la definición de zonas específicas de ubicación o la limitación del número de vehículos", entre otras, "no se ha podido establecer ningún escenario en que no se mantenga un factor de riesgo muy elevado".

"El impacto de una deflagración de una batería de estos VMP en el transporte público puede ser muy alto", señala la ATM. Lo atribuye, sobre todo, a la "alta densidad de viajeros en determinadas franjas horarias cada vez más amplias, la presencia de túneles en el caso del sistema ferroviario o la imposibilidad de evitar la coincidencia de los patinetes con personas vulnerables como personas con movilidad reducida, niños y bebés".

El comunicado, sin embargo, señala que se mantendrá el grupo de trabajo para que la convivencia entre patinetes y transporte público sea la mejor posible, por lo que cualquier cambio "que pueda justificar una revisión del acuerdo de mantener la prohibición indefinida, se elevará al consejo de administración de la ATM".

Por otro lado, insta a las administraciones y los operadores de transporte público a "que continúen incentivando la incorporación de aparcamientos intermodales para patinetes eléctricos y VMP eléctricos próximos a las estaciones".

La votación de la ATM llegó después de que un vagón del metro de Madrid se incendiara la misma semana por culpa de un patinete eléctrico. Quedó calcinado, pero no hubo heridos.