Este 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, millones de españoles acudirán a los cementerios del país para llevar flores a las tumbas y honrar la memoria de sus seres más queridos. Seguramente, muchos de estos difuntos contaban con una póliza de decesos para no dejar nada al azar ni hacer esos momentos más complicado a sus familiares cuando tuviese lugar el óbito. 

En España, de hecho, es bastante común la contratación de estos seguros. En concreto, algo más de 22 millones de españoles -el 47% de la población- tenían cubierto su sepelio a la conclusión de 2022, según el informe Los seguros de decesos en España que elabora Estamos Seguros, la iniciativa de divulgación de la cultura aseguradora impulsada por UNESPA. 

"El seguro de decesos goza de gran aceptación. De hecho, es una de las protecciones más extendidas, junto con el seguro del automóvil y el de vida. Una de sus características más destacadas de este servicio es la elevada presencia que tiene en todo el territorio nacional", desvelan desde la patronal del seguro, que representa a casi 200 aseguradoras y reaseguradoras que reúnen cerca del 96% del volumen de negocio asegurador en el mercado español.

Cómo crear un fondo de emergencia para afrontar gastos imprevistos

El BBVA explica en su blog de educación financiera que las coberturas de un seguro de decesos "suelen garantizar el pago de los gastos y la gestión de los trámites necesarios para coordinar el servicio de sepelio, así como los eventuales costes y gestiones de traslado del difunto desde cualquier lugar del mundo al lugar designado para la inhumación o la incineración".

La compañía con la que se contrate la póliza "también va a realizar las gestiones relacionadas con la defunción (tramitación de la documentación por fallecimiento, funeraria, traslado, incineración o inhumación, esquelas, flores, etc.) y ofrecer apoyo psicológico a los familiares a través de un equipo de profesionales que realiza las gestiones necesarias para que, en un momento tan duro como es la pérdida de un ser querido, la familia tenga todas las facilidades y comodidades necesarias (asumiendo su coste, hasta el límite establecido en la póliza)". 

OCU

"No salen a cuenta"

Sin embargo, parece que morirse no resulta precisamente barato. Sumando todos los costes (ataúd, la inhumación o incineración,  flores, coche, esquelas...) el precio se puede disparar por encima de los 5.000 euros dependiendo de la ciudad donde vivas, aunque el coste medio en España supera por poco los 3.700 euros, según un informe de 2022 elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recogiendo los precios los servicios funerarios en 113 funerarias de 29 ciudades españolas.

Esta organización también ha realizado un análisis comparativo de los precios y servicios de 50 seguros de decesos. Y la conclusión ha sido que "los seguros de decesos no salen a cuenta", ya que en solo cuatro del medio centenar de pólizas analizadas cobran un importe similar al que pagaría un particular por un entierro sencillo y tres de ellas son de prima única, es decir: se paga de golpe una cantidad estipulada.

¿Qué tipos existen?

En la actualidad existen varios tipos de seguros de decesos, que se distinguen por la forma en la que se calcula el precio que pagará el asegurado a lo largo de los años. 

-Prima natural. Su precio sube conforme se cumplen años. Al principio pagas poco pero conforme vas envejeciendo se encarece. 

-Prima nivelada. Permanece fija a lo largo de la vigencia del contrato. De esta forma, el asegurado sabe lo que va a pagar por su seguro año tras año. Eso sí, la cuota suele ser más elevada que en otras primas. 

-Prima mixta. Durante un tiempo funciona como una prima nivelada y a partir de una edad más avanzada como una prima natural.

-Prima única. Dirigido a las personas de edades bastante avanzadas que nunca antes habían suscrito un seguro de decesos y que no tienen cabida en ninguna otra modalidad. Se realiza en un pago único. 

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