Los precios de los alquileres en España siguen en niveles muy altos para una gran parte de los ciudadanos. El coste medio del metro cuadrado en nuestro país durante el pasado mes de septiembre fue de 11,8 euros, un 9,3% más que en el mismo mes de 2022, según los datos publicados por el portal inmobiliario Idealista. 

Esta situación se agrava aún más para los residentes de grandes ciudades como Madrid o Barcelona, donde el precio medio está ya en su máximo histórico. En la capital del país alcanza los 17,7 €/m2 (un 10,7% más en un año) mientras que en la Ciudad Condal se sitúa en los 17,2 €/m2 (+15,8%). 

En este contexto de subidas de renta, muchos emprendedores ven en el alquiler una oportunidad de negocio. El problema es que pocos tienen la capacidad económica necesaria para adquirir un inmueble y ponerlo en el mercado. Sin embargo, existe una forma de hacerlo sin tener que pagar una hipoteca a final de mes: es lo que se conoce como rent to rent (alquiler para alquilar). 

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Esta modalidad de alquiler consiste básicamente en alquilar una vivienda a una persona/empresa (arrendatario principal) que, a su vez, se encargará de alquilar las habitaciones del inmueble a otros inquilinos (subarrendatarios) siempre con el permiso y conocimiento del propietario (arrendador). 

En este caso, la responsabilidad de pagar el alquiler acordado y de cumplir las condiciones que exija el propietario es del arrendatario principal, que también se encargará de seleccionar a los residentes del domicilio, firmar los contratos oportunos y resolver cualquier incidencia (rotura de electrodoméstico, fuga de agua, problemas con los vecinos...). 

"Es importante elegir la vivienda adecuada"

Por la realización de estas tareas, obviamente, el arrendatario obtendrá un beneficio económico por su trabajo. "En general, el rent to rent es una opción viable para aquellas personas que no tienen los recursos financieros necesarios para comprar una propiedad, pero quieren obtener una rentabilidad a través del sector inmobiliario", asegura la empresa de alquiler de vivienda Rentado en su página web. 

Esta compañía precisa que en este negocio es importante "elegir la vivienda adecuada -al menos debe tener tres habitaciones-, tener en cuenta las responsabilidades y obligaciones del propietario y subarrendador y mantener una buena relación con los inquilinos".

Además, es fundamental que el arrendatario principal cumpla con sus obligaciones fiscales y laborales: "Debe registrarse como autónomo o crear una empresa (en caso de que no lo sea) y emitir facturas de los beneficios de acuerdo con la ley". 

¿Qué dice la ley del subarrendamiento?

El subarrendamiento de viviendas es una práctica autorizada en España siempre que se respeten los límite marcados por la ley. Así, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) señala en su artículo 8 que "la vivienda arrendada sólo se podrá subarrendar de forma parcial y previo consentimiento escrito del arrendador". 

La norma también explica que la duración del contrato estará ligada al plazo acordado en el contrato inicial: "El derecho del subarrendatario se extinguirá, en todo caso, cuando lo haga el del arrendatario que subarrendó". 

Sobre el precio del subarriendo, la ley precisa que "no podrá exceder, en ningún caso, del que corresponda al arrendamiento". Es decir: nunca será mayor que el que figure en el contrato firmado entre el arrendatario principal y el propietario. Con esto se evita que pueda aflorar la picaresca. 

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