La encuesta que publica este periódico confirma, como se adelantó el mes pasado, que los españoles rechazan con claridad las cesiones que el secesionismo catalán exige para que la investidura de Pedro Sánchez salga adelante. Esto se traduce en un conjunto de oscilaciones en la intención de voto que penalizan al bloque gubernamental y que, posiblemente, proceden de un cierto corrimiento de voto hacia la derecha: de Sumar hacia el PSOE –¿vuelve el viejo sueño de la casa común de la izquierda?– y del PSOE hacia el Partido Popular.

Ese votante más centrado de los socialistas, que se movilizó a última hora en julio ante la "amenaza" que sentía por la posible llegada de Vox al gobierno, vuelve a ser el votante más volátil y crítico de los de Ferraz. Así, más de un tercio de los votantes de Sánchez rechazan la amnistía, pero es que incluso los socialistas que la apoyan lo hacen de manera pragmática: más de la mitad asumen que no habría borrón y cuenta nueva si el voto de los de Puigdemont no fuera necesario para la investidura.

Y algo similar ocurre con un hipotético referéndum de independencia, que apoyan poco más de cuatro de cada diez votantes socialistas. Ante este panorama, la mayoría de los ciudadanos prefiere que se repitan las elecciones antes que formar un gobierno liderado por los socialistas en estas condiciones y con estos aliados.

Conflicto

La encuesta también recoge la postura de los españoles ante el conflicto desatado a principios de este mes tras el brutal ataque terrorista de Hamás a la población civil israelí, ataque que causó, en un solo día, más de 1.500 muertos y que ha dejado unas imágenes espeluznantes. Extrañamente, en este país de 'todólogos', casi la mitad de los españoles no tiene una simpatía clara por ninguno de los dos bandos en liza –¡ay los españoles y la política exterior!–. De los que opinan, son más los que apoyan a los palestinos que a los israelitas, reproduciéndose aquí con claridad la fractura ideológica: cuanto más al extremo, más apoyo a los palestinos y cuanto más se ubican en el centro, más simpatía por la causa israelí.

De lo que tienen pocas dudas los españoles es sobre el carácter criminal de Hamás: para el 80% de los ciudadanos, la banda liderada desde su cómodo exilio qatarí por el siniestro Ismail Haniya es una banda terrorista. El próximo oriente, ese lugar en el que, parafraseando al escritor portugués José Luis Peixoto, "el pasado tiene que probar constantemente su existencia".