Las fotos de la barbarie en Israel inundan las redes sociales. También las del primer ministro, Benjamin Netanyahu, que este miércoles decidió compartir una sangrienta imagen de uno de los ataques perpetrados por Hamás contra la población civil. "Hamás es peor que el ISIS", reza la publicación, que ya tiene miles de comentarios en X, antes Twitter. 

Netanyahu ha compartido la imagen justo un día después de conocerse los terribles ataques de la organización terrorista en el kibutz Kfar Asa, donde las soldados israelíes hallaron cientos de muertos, muchos de ellos mutilados, dentro y en los alrededores de este asentamiento rural. 

En la misma, se puede observar la cama de una casa particular cubierta de sangre, también salpicaduras en la pared, además de juguetes de niños esparcidos por toda la habitación. 

"La magnitud de la masacre por parte del grupo islamista Hamás contra israelíes no se veía desde el Estado Islámico", aseguraba el primer ministro de Israel el pasado lunes, un día después de conocerse que miles de personas sufrían un atentado durante un festival cerca del kibutz Reim, en pleno desierto del Neguev. De esa operativa del grupo terrorista ya se han contabilizado 260 muertos y cientos de desaparecidos. 

Netanyahu dijo entonces que Israel eliminará a Hamás "de la misma forma que el mundo ilustrado eliminó" al grupo yihadista. Una máxima que no ha parado de repetir en los cinco días de guerra. "Niños asesinados, ejecutados con sus familias, jóvenes, niños y niñas, ejecutados disparándoles por la espalda. Siempre supimos de qué se trataba Hamás, ahora todo el mundo lo sabe", señaló en un discurso televisado. 

Hamás niega haber "decapitado a civiles y matado a niños" en el ataque a varios kibutzs

Este martes, Netanyahu repetía el mismo mantra ante el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Ambos líderes hablaron por teléfono. En la conversación, el presidente estadounidense apuntó a "la necesidad de una condena inequívoca a los ataques de Hamás en Israel". Biden prometió a su aliado ayuda para defenderse frente a lo que calificó de "maldad pura".