Las pensiones se revalorizarán por encima del 3,5% en 2024, una cifra que, de materializarse, supondría un coste adicional para las arcas públicas de alrededor de 6.000 millones de euros adicionales el año próximo. Interrogadas por cuánto subirán las prestaciones en el próximo año, fuentes de la Seguridad Social sitúan la revalorización en una horquilla entre el 3,5 y el 4,5%, en función de cuál sea el dato de inflación de octubre y noviembre. 

Conviene recordar que la revalorización de las pensiones para 2024 es el resultado de la media del dato de inflación interanual que se registre entre noviembre de 2022 y noviembre de 2023. A falta de dos meses, el promedio de subidas del IPC se sitúa ya en el 3,6%. Si se cumplen las previsiones de Funcas, que prevé que la inflación repunte hasta el 4,1% en octubre y se eleve hasta el 4,6% en noviembre, la revalorización final alcanzaría el 3,8%. Las mencionadas fuentes señalan que las variaciones que se produzcan en estos dos meses "no pueden ser muy grandes", aunque matizan que la situación geopolítica hace que sea difícil prever lo que ocurrirá en las próximas semanas.

De materializarse estos pronósticos, la revalorización para 2024 será considerablemente menor que la aprobada este año, en el que las pensiones subieron un 8,4% impulsadas por una inflación sin precedentes en cuatro décadas. Ese 3,5-4% se sitúa en una línea similar a la subida salarial que recibirán los empleados públicos (hasta un máximo del 3,5%) y se alinea también con el acuerdo salarial alcanzado entre patronal y sindicatos para actualizar los salarios privados.

Si aplicáramos esta hipotética subida del 4,5% a una pensión media de jubilación (situada actualmente en 1.376 euros en 14 pagas), la revalorización supondría un ingreso de 48 euros más al mes. O lo que es lo mismo, 672 euros al año.

Sostenibilidad ligada al pleno empleo

La revalorización de las pensiones conforme al IPC es uno de los puntos clave de la reforma del sistema que el Gobierno ha dado por concluida este martes tras presentar públicamente las proyecciones de gasto público ligado a ella. En un extenso documento de 189 páginas, el Ejecutivo justifica con números la sostenibilidad de la reforma pactada con la Comisión Europea. Un pronóstico que es optimista en comparación con el de organismos como la Airef (la autoridad fiscal independiente), que ya opinó en marzo que la reforma empeora la sostenibilidad del sistema al aumentar el gasto.

El Ejecutivo plantea un escenario en el que la economía crecería a un ritmo del 2% anual entre 2023 y 2050, con una reducción en la tasa de desempleo como no se ha visto nunca en la historia reciente de España. El Gobierno cree que la tasa de paro del país caerá a la mitad en 20 años, pasando desde el 11,7% actual al 6% en la década de los cuarenta.

Además, confía en que alrededor del 80% de las personas en edad de trabajar estarán ocupadas en los momentos en los que el sistema estará más sometido a presión, a partir del año 2041. De igual manera, el Ejecutivo asume que la productividad de la economía española mejorará en los próximos años a medida que se vaya desplegando el plan de recuperación.

"Tenemos un mercado de trabajo que ha cambiado definitivamente. Dentro de poco tiempo estaremos en unos niveles de desempleo que nos homologuen a los países del entorno", reflexionan las citadas fuentes, que inciden en que esto se traducirá en una mejora de los ingresos obtenidos por cotizaciones sociales. "Las hipótesis macroeconómicas y demográficas que usamos son razonables. No partimos de un cuadro lleno de fantasías, es perfectamente realizable", agregan estas fuentes. 

Si los augurios del Gobierno se cumplen, el gasto en pensiones compensado por las medidas de ingresos que se han adoptado para apuntalar el sistema se situaría de media en el 12,4% del PIB en los próximos treinta años. En principio, este umbral sería suficiente para no superar el máximo del 13,4% que permite Bruselas, por lo que el Ejecutivo considera que el mecanismo de ajuste automático en caso de desvíos en el gasto no tendrá que aplicarse.