El expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, es un buen amigo de El Hormiguero. Todas las temporadas visita en algún momento el plató para contar chascarrillos, dar opiniones políticas y someterse a las preguntas de Pablo Motos y de las hormigas Trancas y Barrancas, sean las que sean.

Ayer, Revilla, de 80 años, volvió al programa. Allí sacó su lado más humano al hablar de su esposa, Aurora Díaz, que afronta un tratamiento contra el cáncer de colon.

Revilla y Aurora se conocieron en el Partido Regionalista de Cantabria, donde ella era secretaria. Él se había separado de su primera mujer, Pilar del Hoyo, con quien tuvo dos hijas que ya le han hecho abuelo.

A pesar de la diferencia de edad, 20 años, Revilla y su segunda mujer comenzaron una vida en común que culminó con el nacimiento de su hija, la tercera para él.

CARLOS LÓPEZ ÁLVAREZ/ATRESMEDIA

Miguel Ángel Revilla ha relatado cómo su mujer ha afrontado su enfermedad, un cáncer de colon contra el que lucha desde hace tiempo.  "Son muchas cosas las que hemos pasado. Ha superado un cáncer, con la quimio... Tuvo momentos muy duros, terribles. Hemos tenido esa preocupación permanente. No ha sido fácil. Los análisis que le han hecho hace poco van bien, pero tiene más pendientes. Ahora hay que afrontar una etapa que va a ser larga y en la que hay que estar pendiente".

El matrimonio vive en El Astillero, un municipio de Santander de menos de 20.000 habitantes, en un piso de 120 metros cuadrados.

Aurora Díaz siempre se ha mantenido en un segundo plano. Una vez participó en el programa Dos días y una noche, que presentó Susanna Griso y habló del papel fundamental que juega en su marido. "Yo soy quien le pone a ras de suelo", comentó.

Hace unos años, cuando Revilla tuvo problemas de tipo renal, ella se ofreció para donarle un riñon. Ahora él le devuelve ese amor ocupándose de ella cuando más lo necesita.

CARLOS LÓPEZ ÁLVAREZ/ATRESMEDIA