La 'grieta eslovaca' tras la victoria de Fico amenaza con erosionar la unidad de la UE en la guerra de Ucrania

Robert Fico.
Robert Fico.
Jakob Ratz
Robert Fico.

Eslovaquia celebró elecciones el pasado fin de semana y como ya es habitual en los países europeos el dibujo no ha sido sencillo. Pero Robert Fico está en disposición de convertirse en el nuevo primer ministro y con ello la UE tendrá que empezar a prestar atención a cómo se podría resquebrajar su apoyo a Ucrania. ¿Por qué? Porque Fico, pese a ser un candidato socialdemócrata y formar parte por tanto de un partido de la familia S&D en el Parlamento Europeo, está más cerca de Putin que de Zelenski. Sigue la estela de otro líder que tal baila, el primer ministro húngaro Viktor Orbán.

Y por eso en Bruselas aunque no encienden las alarmas todavía sí miran con cierta preocupación. "Nuestros problemas son distintos. Si recibo el mandato, sé exactamente lo que debo hacer", aseguró Fico en la misma noche electoral, dejando claro que su objetivo es "negociar" la paz con Rusia y priorizar los asuntos nacionales por delante del respaldo a la causa ucraniana. Desde el punto de visto de la Unión esa posible grieta sería relevante más si cabe porque el Este ha sido el principal sostén en la unidad en torno a Kiev, y en las últimas semanas no paran de salir polémicas, sobre todo con Polonia, que ponen en jaque esa red.

"El apoyo será sostenido, da igual que la guerra se alargue. La UE ha demostrado que está comprometida con ayudar a Ucrania", resumen las fuentes comunitarias consultadas por 20minutos cuando se les vuelve a preguntar por cuánto podría durar el respaldo a Kiev. En Bruselas niegan que haya fatiga, igual que en Estados Unidos -a expensas de lo que suceda en las elecciones-. De hecho, el bloque de 27 se ha convertido ya en el mayor donante de ayuda a Ucrania, por delante de la proporcionada por Washington, aunque los expertos reiteran que se trata de "un reparto del trabajo", pues EEUU da el soporte militar y la UE el económico.

El objetivo al menos de la UE es "estructurar mejor la ayuda" a medio y largo plazo, tal como ha explicado a este medio la eurodiputada Eider Gardiazábal. Todas las voces consultadas niegan que exista hartazgo o cansancio con la guerra, pero las dosis de realismo son cada vez mayores. La Unión sabe que tiene que seguir apoyando a Ucrania en tanto en cuanto es un país candidato a la adhesión; y en paralelo desde la OTAN su secretario general, Jens Stoltenberg, quiere mantener alta la moral de los aliados.

Por eso cualquier brecha en la ayuda será motivo de preocupación. Daniel Gil, analista en The Political Room, explica que la victoria de Fico "no es una buena noticia ni para la UE ni para Ucrania" pero en cuanto al apoyo es necesario "contexto". Hasta el momento, Eslovaquia ha apoyado muchísimo a Ucrania y desde el punto de vista militar "no tiene mucho más que ofrecer porque ya lo ha ofrecido". Pero las fuentes consultadas creen que es "pronto" para saber qué papel tendrá Eslovaquia con el nuevo Gobierno, aunque desde Bruselas asumen que estarán "pendientes" para preservar la unidad en torno a Kiev. "Hasta ahora el mensaje ha sido claro y esa unidad los Estados miembros la han demostrado con hechos, con un apoyo histórico".

Gil asegura que las reservas eslovacas "ya están en mínimos" y en ello se ha apoyado Fico en campaña. El cambio en términos militares no es tan grande; hay por tanto matices, y sí que habrá por ejemplo "ayuda humanitaria". Así, habrá "un cese inmediato del apoyo militar" y el discurso va más hacia "la ruptura de la unidad" porque para Fico el de Ucrania "no es el principal problema" desde el punto de vista nacional. "Sí puede generar ciertos problemas a la hora de alcanzar consensos dentro de la UE si se pretenden aprobar nuevos paquetes de apoyo o nuevas sanciones a Rusia". Fico, en todo caso, es un político "pragmático", dice el analista por lo que en las grandes cumbres puede acabar "matizando" su posición, algo que no pasa con Orbán.

"En cualquier caso, si mi partido llega al gobierno, tengamos o no el cargo de primer ministro vamos a hacer todo lo posible para comenzar negociaciones de paz en Ucrania tan pronto como sea posible. Sobre armar a Ucrania, ya saben nuestra opinión", avisó Fico, dejando claro -aunque sea de manera implícita- que no quiere seguir empujando a Zelenski. 

En el plano político también el presidente ucraniano necesita ver progresos para reforzar también su posición desde ese plano, y lo más inmediato -que no rápido- serán las negociaciones de adhesión de Ucrania a la Unión Europea. El objetivo es que estas puedan arrancar antes de que acabe el año, y hay buena predisposición en los Estados miembros. Pero eso no asegura nada, y el proceso de Kiev se podría alargar décadas porque desde Bruselas insisten en que no hay una vía rápida y que todo depende de los "méritos". 

Eso sí, la Comisión tiene previsto publicar su informe de evaluación a lo largo del mes de octubre (aunque la última palabra la tienen los 27). La cumbre de Granada de la semana que viene puede ser relevante en este sentido, y también podría servir para saber si la unidad es tal o por contra el cisma eslovaco preocupa más de la cuenta.

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