La UE mira a los jóvenes: estas son las medidas para impulsar a las nuevas generaciones

Una joven trabajando con un ordenador.
Una joven trabajando con un ordenador.
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Una joven trabajando con un ordenador.

Uno de los debe que ha estado en la cuenta de la UE en los últimos años ha sido una mirada más profunda hacia los más jóvenes, unas nuevas generaciones que dan por hecho el proyecto europeo y que lo reconocen en iniciativas como Erasmus. Pero el Parlamento Europeo ha tomado esta legislatura como la de la juventud, ya que además el 2022 fue el año dedicado precisamente a ellos. Así, desde la Eurocámara se han ido -junto con el resto de instituciones- encadenando medidas para facilitarles la vida a quienes están llamados a construir la Unión del futuro. ¿Cuáles son estos pasos?

Adiós a la "explotación" de los becarios

Esta ha sido una de las posiciones más rotundas, camino de una directiva que acabe con la explotación laboral de los jóvenes en prácticas. Para la Eurocámara, esta norma debe fijar estándares mínimos de calidad, incluidas reglas sobre la duración de los periodos de prácticas, su remuneración y el acceso de los becarios a protección social, de acuerdo con las leyes y prácticas en vigor en cada Estado miembro.

Los periodos de prácticas, recoge el Parlamento, deben tener una compensación adecuada, que cubra al menos el coste de las necesidades básicas, como alimentación, alojamiento y transporte, teniendo en cuenta el coste de la vida en cada país, indica el Parlamento. El pleno anima a los Estados miembros a hacer las prácticas más accesibles a las personas con discapacidad o procedentes de entornos desfavorecidos, y a apoyar las prácticas en otros Estados miembros. Los eurodiputados también quieren que la Comisión revise el actual marco de calidad para las prácticas y que introduzca más reglas vinculantes para los Estados miembros en este ámbito.

Las prácticas laborales facilitan el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo, recuerda la Eurocámara. Una reciente encuesta del Eubarómetro muestra que cuatro de cada cinco jóvenes consultados (78%) han efectuado al menos un periodo de prácticas, y para uno de cada cinco (19%) su primera experiencia laboral fueron unas prácticas. Sin embargo, existen dudas sobre la calidad de las prácticas. Los eurodiputados consideran que hay que garantizar su calidad para que los jóvenes puedan adquirir experiencia y obtener una remuneración adecuada.

Igualdad de género en los altos cargos de las empresas

La igualdad es uno de los retos del presente y del futuro y además se trata de una cuestión intergeneracional, aunque implica directamente a los jóvenes. Así, en este caso la directiva obligará a las empresas a instaurar procesos de contratación transparentes, de modo que al menos el 40 % de los puestos de director no ejecutivo o el 33% de todos los puestos de director estén ocupados por personas del género menos representado antes del final de junio de 2026.

El mérito deberá seguir siendo el criterio clave en los procesos de selección. Las empresas cotizadas tendrán que informar sobre la representación de hombres y mujeres en sus consejos de administración a las autoridades competentes una vez al año; si no han cumplido los objetivos, deberán detallar sus planes para hacerlo. Esta información se publicará en el sitio web de la empresa de manera que pueda encontrarse fácilmente. La ley no se aplicará a las pymes con menos de 250 empleados.

Los Estados miembros deberán establecer sanciones efectivas, disuasorias y proporcionadas -como multas- para las empresas que no apliquen procesos de contratación abiertos y transparentes. Además, los tribunales podrán anular el nombramiento de toda junta directiva que incumpla los principios de la directiva.

La Comisión Europea presentó por primera vez su propuesta en 2012 y el Parlamento Europeo adoptó su posición negociadora en 2013. El expediente permaneció bloqueado en el Consejo durante casi una década, hasta que los ministros de Empleo y Asuntos Sociales finalmente acordaron una posición en marzo de 2022. Los equipos de negociación del Parlamento y del Consejo llegaron a un acuerdo en junio.

Salarios mínimos en toda la UE

En septiembre del año pasado la Eurocámara dio un paso de gigante en lo que se refiere a la estandarización de salarios mínimos en toda la UE pese a que esta es una competencia de los Estados miembros. El Parlamento Europeo ha jugado no obstante su papel. Esta directiva busca mejorar las condiciones de trabajo y de vida del conjunto de trabajadores de la UE, así como promover avances económicos y sociales. Para lograrlo, establece requisitos mínimos que garanticen unos salarios mínimos adecuados ya sea a través de la legislación nacional o de convenios colectivos. Además, mejora el acceso efectivo de todos los trabajadores a la protección del salario mínimo.

La nueva normativa se aplicará a los trabajadores de la UE que tengan un contrato de trabajo o una relación laboral. Los países de la UE en los que el salario mínimo ya está protegido exclusivamente a través de convenios colectivos no estarán obligados a introducir estas normas ni a aplicar dichos convenios de manera universal.

La fijación del salario mínimo seguirá siendo una competencia de los Estados miembros, que tendrán que asegurarse de que permita a los trabajadores llevar una vida digna, teniendo en cuenta el coste de la vida y el nivel salarial general. A la hora de evaluar si sus salarios mínimos legales vigentes son adecuados, los Estados miembros podrán tomar como referencia una cesta de bienes y servicios a precios reales, o bien el 60 % de la mediana salarial bruta y el 50% del salario medio bruto.

Mejores condiciones para los trabajadores digitales

Ya a principios de 2023 el Parlamento quiso poner el foco en un sector fundamental para los jóvenes: el de los trabajadores digitales. Estas conversaciones ya están en marcha. La idea es establecer unas reglas sobre el uso de algoritmos y la inteligencia artificial para monitorizar y evaluar a los trabajadores por parte de las plataformas.

La importancia del pilar social

Con todo, los jóvenes son parte decisiva del pilar social de la Unión Europea, que los eurodiputados no quieren abandonar pese al cambio en las prioridades, y sobre todo en plena invasión rusa de Ucrania. Precisamente para Iratxe García, líder de los socialdemócratas en la Eurocámara, es importante también "fortalecer el pilar social europeo, con medidas que vayan por ejemplo a mejorar el acceso a la vivienda de los jóvenes o la puesta en marcha de una estrategia contra la pobreza con objetivos vinculantes".

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