Un menor de 14 años ha sido detenido este jueves en el Instituto Elena García Armada del barrio San José Obrero de Jerez de la Frontera, tras atacar con arma blanca a tres profesores y a dos alumnos. Una profesora ha resultado herida en un ojo y las otras cuatro personas están heridas de diversa consideración.
Un arma blanca en un centro educativo. ¿Es fácil colar un cuchillo en un instituto español? Parece que sí. Lo ocurrido esta mañana en Jerez de la Frontera es un suceso nada habitual. Tal vez por eso no hay estrictas normas de seguridad en los institutos y colegios de España, justo lo contrario que en Estados Unidos.
La Ley de Escuelas Libres de Armas de EE UU
La ley federal obliga a los centros de enseñanza primaria y secundaria de EE UU a expulsar a los alumnos que posean armas de fuego. Para eso está la Ley de Escuelas Libres de Armas (GFSA), que se promulgó en 1994 como respuesta a los crecientes niveles de violencia armada en las escuelas.
A diferencia de la ley general sobre armas, la GFSA se centra en el comportamiento de los estudiantes, penalizándolos para disuadirlos de llevar armas de fuego a la escuela. La actual ley, revisión de la primera, está en vigor desde 2002.
La norma exige que los estados que reciben determinados fondos federales obliguen a los organismos educativos locales a expulsar a los alumnos de la escuela si llevan un arma de fuego a la escuela (a menos de mil pies, unos 300 metros) o portan una en el propio edificio. No es una expulsión definitiva, pero debe durar como mínimo un año.
La ley también exige que, para recibir fondos federales, cada organismo educativo local debe remitir a la justicia penal o al sistema de delincuencia juvenil a cualquier estudiante que lleve un arma de fuego a una escuela; proporcionar garantías de que se cumple con la ley; y facilitar anualmente una descripción de las circunstancias que rodean cualquier expulsión impuesta en virtud de la ley estatal de expulsión.
Algunas excepciones
La GFSA sí permite la posesión si el arma de fuego está guardada legalmente dentro de un vehículo cerrado con llave en las instalaciones de la escuela, o si el arma se posee para una actividad escolar aprobada y autorizada por la agencia educativa local. Del mismo modo, también se permite a los estados autorizar al director de un centro educativo local a modificar la expulsión de un alumno, por escrito y caso por caso.
"Las leyes federales y estatales que garantizan que las escuelas sean zonas libres de armas han contribuido a que las escuelas sean aún más seguras, reduciendo significativamente la violencia armada en estos lugares", asegura el Giffords Law Center, una organización de investigación que promueve el control de armas.
En 2022 se produjeron 46 tiroteos en centros escolares, el mayor número desde 1999
Pero los datos no acaban de darles la razón. Según un análisis del Washington Post, el número de tiroteos escolares ha aumentado en los últimos tres años. En 2022 se produjeron 46 tiroteos en centros escolares, el mayor número de todos los años desde al menos 1999. En lo que va de 2023 se han producido 28 (dato de agosto).
El problema de las mochilas
Según el Centro Nacional de Estadísticas Educativas, el porcentaje de estudiantes en los grados 9-12 (16 a 19 años) que informaron haber llevado un arma en cualquier lugar durante los 30 días anteriores disminuyó del 17% en 2009 al 13% en 2019. Del mismo modo, con datos del Sistema de Vigilancia de Conductas de Riesgo de los Jóvenes, el porcentaje de estudiantes que informaron haber llevado un arma en la escuela durante los 30 días anteriores disminuyó del 6 al 3% durante el mismo período.
Por culpa de las armas y las drogas, la mayoría de centros educativos han instalado detectores de metales. Así, las mochilas escolares se han convertido en un objeto a vigilar muy de cerca. Las autoridades escolares las consideran cada vez más un problema de seguridad. Según el Centro Nacional de Estadísticas Educativas, en el curso escolar 2019-2020, alrededor del 4% de las escuelas públicas prohibieron las mochilas o exigieron mochilas transparentes.
En el último año y medio, al menos 27 distritos escolares han empezado a restringir el uso de mochilas. Aunque los expertos en seguridad se muestran escépticos, estas medidas se han convertido en una respuesta habitual a los tiroteos y al miedo a que haya alumnos que acudan armados a clase, explica el Post.
Las mochilas transparentes se han convertido en un símbolo de hasta dónde llegan los políticos para evitar aprobar un control de armas real, un 'hacer algo' tras una tragedia"
"Los críticos dicen que (las mochilas) se han convertido en un símbolo de hasta dónde llegan los responsables políticos para evitar aprobar un control de armas real, una respuesta instintiva al llamamiento a "hacer algo" después de una tragedia. Los partidarios de estas medidas afirman que podrían disuadir a los alumnos de llevar armas a la escuela, aunque no las impidan del todo", resume este diario estadounidense.
Cómo está penado
Hay algunas normas generales, las que marca la ley GFSA, pero en EE UU cada estado tiene una gran autonomía y especialmente en un asunto como las armas que tan dividido tiene al país (el Giffords Law Center lo detalla aquí, estado por estado).
Por ejemplo, el Código Penal de California tipifica como delito la introducción de armas peligrosas en colegios, institutos o universidades, sean privados o públicos. Eso incluye las armas de fuego, por supuesto, pero también un arma blanca, un picahielos, una pistola paralizante o una de aire comprimido.
En California, se trata de un comportamiento que puede ser considerado delito menor o grave. Se castiga con penas de prisión de hasta un año si es delito menor, y con hasta 3 años si el juez entiende que ha sido un delito grave.
Alumnos no, ¿Y los profesores?
Como la violencia en los centros educativos norteamericanos no acaba, muchos han pensado que la mejor opción es armar a los profesores. Lo defiende buena parte del Partido Republicano y el mismo expresidente Donald Trump. Hay 33 estados donde se permite a los profesores llevar armas, lo que en realidad hace que el lugar sea más peligroso para los chavales y para las personas que allí trabajan.
Hay 33 estados de EE UU donde se permite a los profesores llevar armas
En opinión del Giffords Law Center, "los llamamientos a armar a los profesores o a permitir que los estudiantes universitarios lleven armas sólo conducirán a más muertes y heridos por arma de fuego, no a menos. Por el contrario, las leyes que prohíben las armas en las escuelas e imponen duras penas por posesión de armas ayudan a mantener a salvo a estudiantes y educadores".
Y aún peor en la Universidad. "La presencia de armas en las aulas de la enseñanza superior también supone una carga para el derecho a la libertad de expresión de la Primera Enmienda: las armas pueden impedir el discurso sincero que es fundamental para la experiencia universitaria".
Cambiar la arquitectura de las escuelas
Muchas escuelas de EE UU han instalado detectores de metales y fortificado sus entradas en respuesta a la amenaza de tiroteos. Pero otras han optado por rediseñar completamente la arquitectura de sus edificios. Cuenta la NPR que ese ha sido el caso de la Fruitport High School de Michigan. Han optado por rediseñar completamente la arquitectura de sus edificios, gastando 48 millones de dólares en incorporar pasillos curvos y pequeños rincones para que los alumnos se escondan, entre otras mejoras orientadas a la seguridad.
Una escuela de Michigan ha gastado millones en hacer pasillos curvos y crear pequeños rincones para que los alumnos se escondan
Según Gregory Saville, editor de la guía de diseño escolar de la Asociación Internacional para la Prevención de la Delincuencia mediante el Diseño Medioambiental, con los años los colegios empezaron a instalar cámaras y a recortar los setos para mejorar las líneas de visión. Según Saville, esto formaba parte de un movimiento más amplio de arquitectura y urbanismo, que buscaba formas de reducir la delincuencia en entornos físicos.
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