Feijóo pone en valor su renuncia a la Moncloa por el 'no' a Puigdemont y avisa a Sánchez: "Fuera de la Constitución no hay democracia"

Alberto Núñez Feijóo, en la tribuna del Congreso.
Alberto Núñez Feijóo, en la tribuna del Congreso.
Alberto Núñez Feijóo, en la tribuna del Congreso.
Alberto Núñez Feijóo, en la tribuna del Congreso.
Europa Press

A pocas horas de perder la votación de su investidura, Feijóo ha ganado la unidad y el fervor de su partido. Así lo ha escenificado a su entrada en el Congreso, rodeado de todo su grupo parlamentario, arropado por sus barones territoriales y aplaudido por las decenas de personas congregadas en la Carrera de San Jerónimo. Y así ha podido comprobarlo al término de su discurso, con la larga y cerrada ovación de los suyos. Un discurso en el que ha puesto en valor su renuncia a la Moncloa por el 'no' a las exigencias de Carles Puigdemont y ha avisado a Pedro Sánchez que "fuera de la Constitución no hay democracia". Un discurso en el que también ha desglosado su modelo de Gobierno, ha reivindicado la Transición y ha propuesto firmar seis pactos de Estado entre los dos grandes partidos, es decir, "reeditar reeditar el abrazo de Santiago Carillo y Manuel Fraga". Porque España "nunca debió llegar a este punto de decadencia moral en su política".

Alberto Núñez Feijóo ha ido al grano y se ha empleado, desde el inicio de su intervención, en cargar contra la principal exigencia de los independentistas a que los españoles "no votaron que fuesen decisivos al otorgarles solo el 5,5%" de los votos. "La amnistía o cualquier fórmula equivalente o análoga es un instrumento adecuado para superar el conflicto catalán. Igualmente, ese conflicto no se resolverá de manera definitiva si no contemplamos el derecho a decidir del pueblo de Cataluña, mediante un referéndum o cualquier fórmula equivalente o análoga. Con esto bastaría, ¿no? Pues no. No voy a defender eso. Tengo principios, límites y palabra", ha sentenciado nada más arrancar su discurso. En su lugar, ha propuesto incorporar al Código Penal un delito de "deslealtad constitucional", "como ocurre en todos los países del entorno", y volver a castigar el delito de malversación "de acuerdo a su gravedad". 

De esta forma, Feijóo ha buscado retratar a Pedro Sánchez quien sí estaría dispuesto a aceptar el mismo pago que él ya ha rechazado. "Puigdemont quiere un presidente aliado en su empeño y le da igual si ese presidente es del PP o del PSOE. A los dos nos ha ofrecido exactamente lo mismo. La única diferencia, por tanto, solo puede radicar en la integridad de los dos candidatos posibles que pueden responderle". Así es como Feijóo se ha reafirmado en su postura y ha explicado que no aceptará pagar el precio que le piden para ser presidente pese a tener a su "alcance los votos", ha lanzado entre las risas burlonas de la bancada socialista.

No ha sido la única ocasión en que Feijóo ha sacado a relucir la posible amnistía a los líderes del procés que estaría negociando el Gobierno de Sánchez. A lo largo de la primera jornada de debate, que se ha extendido durante más de ocho horas, el líder popular ha aprovechado cualquier oportunidad para dirigirse a Sánchez e interpelarle sobre este asunto. "Señor Sánchez, ¿nos miente Rufián o usted? ¿Amnistía sí, o no?", ha sido una de las preguntas que ha lanzado.

El presidente del PP y candidato a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo.

A lo largo de su intervención inicial, el dirigente popular se ha dirigido primero al PSOE y, después, al resto de grupos que podrían apoyar la investidura socialista. A la bancada socialista le ha reprochado la "anómala" incomunicación entre el PP y el PSOE. "Sería lo lógico en democracia que los dos partidos que han alternado en el Gobierno de España se entiendan". Así es como Feijóo le ha vuelto a ofrecer a Sánchez firmar seis pactos de Estado: por la institucionalidad, por la economía, por las familias, por el Estado de Bienestar, por el agua y un pacto territorial. "Tampoco estaríamos inventando nada. Solo reeditando el mismo método que hizo posible nuestra mejor Historia. El que aplicaron Miquel Roca o Jordi Solé Tura. El que hizo posible el abrazo de Fraga y Carrillo", ha añadido entre aplausos de su partido.

Pero ante la postura de Sánchez y tras evidenciar que quiere pagar el precio de la amnistía para seguir en el poder, Feijóo ha reivindicado su propio proyecto como aquel en el que caben todos los españoles, le votasen o no el pasado 23-J. "Tienen todo mi respeto más de tres millones de españoles que respaldaron a otras formaciones que no son la mía y que ya me han confirmado su apoyo a esta investidura; me siento representante de los ciudadanos que el 23 de julio votaron a partidos que tampoco llevaban en sus programas ni amnistía, ni autodeterminación, ni ninguna otra fórmula equivalente o análoga", ha dicho en clara referencia a los socialistas descontentos con las políticas de Sánchez.

Asimismo, ha desafiado a PNV y Junts. "A mí no me han votado para entregarles la autodeterminación o la amnistía. ¿Les han votado a ustedes para que se aplique la política económica de Podemos?", les ha preguntado. También ha cuestionado al resto de partidos nacionalistas, a quienes ha reprochado que hayan "reducido casi en exclusiva su razón de ser a la cuestión identitaria". "¿Qué les hace pensar que todo lo que hoy se usa para satisfacer sus exigencias no se utilizará contra ustedes cuando ya no les necesiten?", ha advertido.

Ante todo ello, Feijóo se ha erigido como un presidente de fiar. "Yo no voy a disfrazar nunca como cambios de opinión lo que simple y llanamente son mentiras continuadas que la gente no se merece. Aspiro a gobernar para todos. No a gusto de todos, porque eso es imposible. Pero sí sin provocar rupturas sociales absurdas, por origen, lengua, edad, raza, género, religión u orientación sexual". Feijóo ha propuesto un cambio que "no consiste en sustituir un sectarismo por otro" y promete "no imponer la tutela moral".

Revalorizar las pensiones y renovar el CGPJ 

Como es habitual en un discurso de investidura, el candidato ha desglosado las que son sus propuestas de Gobierno en diferentes materias, con el fin de "dejar atrás bloques y bloqueos, garantizar la estabilidad del país y abordar un programa de reformas a través de grandes acuerdos".

Por un lado, propone un modelo de libertad que no ahonde en la división entre españoles. Por ejemplo, "la igualdad en materia de Educación se resiente si seguimos manteniendo pruebas de EBAU distintas en toda España" o "la igualdad lingüística es una entelequia si unos idiomas se discriminan sobre otros". Como solución, Feijóo ofrece los seis pactos de Estado. Entre estos figura el pacto institucional, "uno de los más urgentes e importantes", que incluiría "gobernar sin abusar del decreto-ley y velando por la independencia de las instituciones y respetando la separación de poderes" para despolitizar organismos como el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el CIS o la Fiscalía. Y una vez más, ha apostado por renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a la vez que se registra en las Cortes una reforma del modelo de elección de los vocales.

En política exterior, el dirigente popular promete crear una comisión de investigación sobre el cambio de rumbo de Sánchez con respecto al Sáhara Occidental, y cree necesario reactivar la actividad y la dirección de la Presidencia española.

También ha abordado el debate de las pensiones en España. Tras asegurar que el PP "nunca congeló las pensiones", ha propuesto "devolver" esta materia al Pacto de Toledo y "garantizar siempre y en cualquier circunstancia su revaloración, ni congelarlas ni reducirlas".

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