Llop estudia cómo sacar rendimiento a los más de 4.700 millones que guarda en el banco

  • El Ministerio de Justicia se refiere al dinero que ingresan ciudadanos y empresas por procesos judiciales.
  • La implantación de esta cuenta a finales de los años 80 revolucionó la vida en los juzgados.
La ministra de Justicia, Pilar Llop, en una comparecencia en el Congreso
La ministra de Justicia, Pilar Llop, en una comparecencia en el Congreso
EFE
La ministra de Justicia, Pilar Llop, en una comparecencia en el Congreso

El Ministerio de Justicia está estudiando cómo sacar rentabilidad a los más de 4.700 millones de euros que guarda en la cuenta de depósitos y consignaciones judiciales, dinero que ingresan ciudadanos y empresas en el marco de procesos judiciales y que, admiten sus gestores, genera rendimientos muy bajos en un momento de tipos altos.

Las multas o una fianzas impuestas por el juzgado, indemnizaciones a un trabajador en un despido no consensuado, la devolución de un alquiler cobrado irregularmente... Todas esas transacciones pasan por la cuenta de Justicia, cuya invención transformó los juzgados y que esta semana ha celebrado un coloquio para conmemorar su 35 aniversario.

Miles de millones de cuentas corrientes a la vista

En 2022 se realizaron diez millones de operaciones y cada mes, de media, se mueven más de 1.000 millones de euros. Pero, según los últimos datos del Ministerio, hay en realidad 4.516 cuentas operativas gestionadas por juzgados y tribunales, con un saldo vivo, a 31 de agosto, de 4.774,8 millones de euros.

Según explicó el año pasado el subdirector general de Programación y Gestión Económica del Servicio Público de Justicia, Francisco Ferrándiz, se abrió ya "un proceso de análisis y reflexión" sobre las posibilidades financieras de esas cuentas, que desde hace más de dos décadas gestiona el Banco Santander. También admitió que, para garantizar esos movimientos y que los juzgados dispongan de fondos, no es necesario tener en cuentas corrientes a la vista con ese volumen de dinero.

Por su volumen, apuntó, es el contrato público más importante del Ministerio de Justicia y le cuesta cero euros; la entidad financiera se asegura la gestión de unas cuentas que tienen un saldo medio superior a los 4.500 euros.

El largo proceso que requiere la licitación pública hace que siempre se esté funcionando de forma anticíclica desde el punto de vista de generar rentabilidades e ingresos, se lamentó Ferrándiz.

La licitación del actual contrato, que ha comenzado en enero y al que solo optó el Santander, se inició hace tres años, cuando la presidenta del Banco Central Europeo auguraba tipos negativos o cero hasta 2028 y en base a esas perspectivas se licitó un contrato que "vincula a ambas partes y tenemos que respetar".

La cuenta que acabó con las "astillas"

La implantación de la cuenta de depósitos y consignaciones a finales de los años ochenta del pasado siglo fue un avance en la lucha contra las "astillas" -cantidades de dinero que se pagaban en ocasiones a funcionarios para agilizar procesos- y otra corruptelas que se vivían en los juzgados.

El decreto de 1988 que reguló el pago de depósitos y consignaciones fue claro en su artículo 1: quedaba "prohibida la recepción material de dinero o cheques en los juzgados o tribunales" y también la utilización de cuentas distintas a las marcadas por la ley.

"A veces se ve lejano, pero el cobro de la pensión alimentaria en la parte vulnerable de una pareja se hace a través de esa cuenta, y es muy importante que ese pago llegue a tiempo", señaló Aitor Cubo, director general de Transformación Digital de la Administración de Justicia, Aitor Cubo.

Justicia está centrada ahora en la robotización y las mejoras tecnológicas de la citada cuenta. Este proyecto de automatización inteligente permitirá liberar de carga de trabajo a los letrados de la administración de Justicia y facilitar la labor de los operadores jurídicos con procesos más eficientes.

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