La hermana de María Jiménez, fallecida el pasado día 7 en su Sevilla natal, ha hablado sobre la artista, cuya pérdida la familia sobrelleva con alegría a pesar de la adversidad. "Somos alegres y vamos llevándolo bien porque ella no quería tristezas porque bastantes tuvo en su vida", ha contado Isabel a Europa Press.

Isabel habló también de su sobrino, único hijo de María, que se ocupó de todo el duelo posterior y de la organización del funeral. El joven, de 40 años, vive en Toledo, pero llegó a tiempo de ver a su madre en Sevilla antes de fallecer. "Alejandro también está pasándolo mal porque es normal, pero estamos tirando para adelante del carro su hijo y yo, aunque todo el mundo la quería, muchísima gente".

Su multitudinario funeral y las miles y miles muestras de cariño que han recibido tras la muerte de María han sido sorpresa y felicidad a partes iguales. "Ha sido una sorpresa, no pensábamos que iba a ser como ha sido, es increíble la buena despedida que se le ha dado, es lo que ella quería" confesó Isabel.

Y sobre todo, Isabel se ha referido al proceso de la enfermedad de María, un cáncer de pulmón que no dio a conocer y que la llevó de Chiclana a un hospital de Sevilla dos días antes de su muerte, al encontrarse muy mal ya. 

"Ha sido todo muy rápido, pero ella también estaba cansada de tantos males y cada vez se veía más vencida. Esté donde esté está con su hija (Rocío, que falleció siendo joven en un accidente de tráfico), que es lo importante por lo menos para mí". 

 A pesar de la algarabía que emanaba su hermana, Isabel cree que María "no fue feliz. A su manera lo sería, hasta los 30 años fue feliz, a su manera fue muy feliz. Pero para mí, no" ha admitido Isabel.

Por eso, aunque sabe que el público la recordará "cantando con las plumas del pavo y con todas sus canciones y sus cosas, que tiene montones", ella, Isabel, lo hará "con mis penas, con mis alegrías, con mis peleas con ella... con todo, porque yo no la voy a olvidar. Está lo bueno y lo malo, me lo quedo todo" confesó emocionada.

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