El pasado 9 de junio llegaba la efémeride: era el tercer aniversario de la muerte de Pau Donés, quien no pudo hacer más contra el cáncer que le acabó costando la vida en 2020. A pesar de tan aciaga fecha para la música española por la defunción del líder de Jarabe de Palo, lo cierto es que su legado sigue perviviendo. No es solo por su buen puñado de canciones que se han convertido en míticas, su entereza y espíritu inquebrantables ante la enfermedad o esa manera única de concebir la música aunando como pocos mensaje y melodía, sino también su herencia en el sentido más crematístico.

El de Montanuy fundó en el año 2008 la discográfica Tronco Records, "la República Independiente de Jarabe de Palo", con la que sacaría sus últimos tres discos discos. "Objetivo: mantener la independencia creativa y gestionar todo lo referente a la actividad artística de la banda. Es decir, discos, booking, management y publishing. En la Tronco, la música y las ideas son lo principal", recuerdan desde Vanitatis que es el lema que aparece en su página web.

Precisamente dicho medio es el que ha publicado las increíbles cuentas de facturación que tiene la socidad en el Registro Mercantil según los últimos datos que han presentado. Las cifras, lejos de disminuir, no han notado prácticamente el fallecimiento del cantautor aragonés, el cual dejó de ser accionista y administrador único de Tronco Records en marzo de 2020, pues antes de morir realizó algunos cambios.

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Todo ello pensando en dos personas: su hija Sara, que tenía 16 años cuando Pau murió y que se ha convertido en una de las principales responsables de su herencia, prefiriendo vivir en su escogido anonimato —exceptuando el último videoclip del artista, Eso que tú me das, donde aparecía con un antifaz—; y su gran cómplice, su hermano Marc, que pasó a ser administrador solidario, como ya lo era de la otra empresa familiar, Casa Alena Bichos y Verduras SL, dedicada a la compraventa de bienes inmobiliarios, con la que consiguieron hace año y medio vender la casa de 900 metros cuadrados en la Val d'Aran.

A pesar de que se han tenido que enfrentar a que el tirón comercial de Pau Donés se haya visto manchado por quienes se han intentado lucrar rentabilizando su marca —se vieron obligados a enviar un comunicado acerca de una línea de vinos con el nombre de Jarabe de Palo Wines que sin el permiso de la familia habían sacado desde Bodegas Antonio Llobell SL, así como de las camisetas con su lema 'Vivir es urgente'—, lo cierto es que la rentabilidad de Tronco Records no debería sorprender: siempre han tenido sus cuentas saneadas.

Desde la citada publicación recuerdan que los beneficios del año previo al fallecimiento de Pau Dinés llegaron a los 207.000 euros, mientras que el año en el que murió, a pesar de ser también el de la pandemia, se situaron por encima de los 425.000 euros. Después de que, el 3 de marzo de 2022 Sara apareciese en el Boletín Oficial del Registro Mercantil como la nueva socia única de Tronco Records, casi a la vez que a su padre le concedían a título póstumo la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, las cuentas fueron a más.

Ese es el ejercicio que se ha presentado este año en el Registro Mercantil. La sociedad posee un patrimonio de 8,2 millones de euros, si bien "en caja" solo tiene cerca de los dos millones y medio. Todo ello gracias a que ha facturado alrededor de los 1,1 millones de euros, de los se han generado unos beneficios de 440.000 como explican desde el portal de El Confidencial.

A todo ello ha contribuido que la familia de Pau Donés también se ha centrado en todo lo que rodea a la música per se, entre homenajes, campañas solidarias y, enlazado con las mismas, el merchandising. No solo la susodicha camiseta de Pau contra el cáncer, que además se convertiría en un sello conmemorativo de Correos —el 3% del valor postal del mismo se destinó a la investigación oncológica—, sino también otras iniciativas como La Maleta de Pau, un proyecto iniciado justo en el que hubiese sido su cumpleaños, el 11 de octubre, en 2022.

Se puede seguir a través del Instagram del propio grupo con el que triunfó Donés, y se encarga de sacar a la luz fotografías y material inédito del músico, cargado de sus reflexiones sobre el arte y, claro, la vida, esa misma que desgracidamente perdió pero que no ha sido olvidada gracias a un legado que sigue en buenas manos.