Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

El carísimo e inútil teletexto de Irene Montero

Hombre deconstruido tras utilizar la aplicación MeToca.
Hombre deconstruido tras utilizar la aplicación MeToca.
Pexels
Hombre deconstruido tras utilizar la aplicación MeToca.

Me descargué hace unos días la aplicación MeToca del Ministerio de Igualdad, que pertenece al programa “Corresponsables” y que defiende la idea interesante de compartir las tareas del hogar entre los miembros de la familia o, como dicen ellos, de la unidad de convivencia. La aplicación viene acompañada de un anuncio bienintencionado en el que un padre hace de todo, los hijos ponen lavadoras y limpian los baños mientras la madre lee y hace yoga.

Me toca decir que el resultado en calidad y precio es desastroso. También me toca afirmar que resulta vergonzoso que una aplicación como esta haya costado más de doscientos mil euros de dinero público. Leo críticas de expertos en usabilidad y todos dicen lo mismo: es una aplicación limitada, no muy intuitiva y con las mismas funcionalidades que una libreta de papel. Los expertos en diseño tampoco hablan bien de la conveniencia de un diseño inspirado en los juegos de arcade, aunque la idea del encaje del Tetris tenga su sentido dentro de la propuesta. La empresa que lo ha hecho podría dar alguna explicación, pero no lo hará. He visto su página web y me hago una idea de cómo funciona el asunto.

El resultado no funciona. Se parece al teletexto. Transmite lentitud, ranciedad y torpeza, cuando debería hacer todo lo contrario. No está ni de lejos a la altura de las aplicaciones que manejamos a diario. No parece tener mucho sentido que después de ir a buscar al niño al fútbol o de poner una lavadora, vayas a estar preocupado por apuntarlo en la aplicación. Uno tiende a pensar que todas estas cosas se hacen por amor y el amor no lleva tantas cuentas. Esta aplicación podría servir quizá para lograr el equilibrio en pisos de estudiantes, en pisos compartidos o para que un ogro decimonónico reversible -si es que existen- utilice la aplicación dos o tres días y entienda que ya no se puede vivir en casa sin dar un palo al agua.

Hace falta una necesidad muy clara, una solución perfecta, muchísima tecnología y un seguimiento eficiente para que una aplicación sea interesante.

No todos los problemas del siglo XXI se solucionan con una aplicación. Es más, las aplicaciones pasan por un embudo de selección muy estricto y pocas logran permanecer en nuestros teléfonos móviles. Hace falta una necesidad muy clara, una solución perfecta, muchísima tecnología y un seguimiento eficiente para que una aplicación sea interesante. Nada de esto parece estar presente en el caso de MeToca, que es un cohete que se tira al aire el día de la rueda de prensa y que hace pum. Un pum muy caro y que pagamos todos. Después, cae un confeti morado que no sirve para nada. La nota de la aplicación en los espacios de descarga es ridícula y, aunque algunos medios afines mantengan que es una legión de troles, basta con leer cincuenta comentarios sensatos para darse cuenta de que a la idea le falta mucha cocción. 

Leo el pliego de contratación y veo en su página veinticinco que se habla también de un portal web. Por ahora, no sabemos en qué ha quedado la cosa, pero podemos temer lo peor. La titular del Ministerio avanza como Atila por la democracia española. Orgullosa ignorante, mesiánica, falsa solucionadora de problemas vitales de los demás, matadora de moscas a cañonazos y elefante que vive de alquiler en la cacharrería. Lo tiene todo, menos la dignidad para dimitir y, además, parece que quiere ser moneda de cambio en próximas negociaciones para formar gobierno. La culpa siempre es de los otros. Me toca decir que esto es una pena y un cachondeo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento