La despedida de Carlos Herrera a Pepe Domingo Castaño: "Si había algo que no le pega a Pepe, es la muerte"

Carlos Herrera en su programa de radio en COPE.
Carlos Herrera, en su programa de radio en COPE.
COPE
Carlos Herrera en su programa de radio en COPE.

La muerte repentina de Pepe Domingo Castaño a los 80 años de edad ha conmocionado al mundo de la comunicación en España, sobre todo en la que era su casa, la Cadena COPE, donde no se han dejado de escuchar mensajes de condolencias.

Otra de las estrellas de la emisora de la Conferencia Episcopal, Carlos Herrera, intervino este domingo en el programa de Cristina López Schlichting para comentar la triste noticia.

"Si había algo que no le pega a Pepe, es la muerte. Le pegaba la vida, cualquier cosa. Yo me he acordado de mil y una situaciones de cuando coincidí con Pepe", dijo Herrera.

"En el año 1985, yo era un chaval recién llegado a la radio. Él era una estrella. Hacía un programa con Joaquín Prat e Iñaki Gabilondo. Eso fue lo que hizo posible el acercarme a la figura del ser humano. Todo me pareciera después muy relativo. Igual que con Joaquín, es una figura de la que no me podré olvidar nunca jamás", recordó el popular presentador.

"Ha sido un gran amante de Andalucía, le gustaba. Me pedía en aquellos primeros años en la radio que le grabara una pequeña carta, contándole cosas de mi pueblo. Ahora le doy vueltas a la cabeza y tengo los textos guardados. Un buen homenaje será buscar esos textos por casa. Habrá que hacerlo", dijo Carlos Herrera.

"Era el detalle, la finura, la poesía, el ímpetu, el agrado... era todo eso y más. Eso era Pepe y más. Me costaría decir solo una palabra de Pepe", concluyó el director de Herrera en COPE.

"Nunca le habíamos oído decir adiós"

Cristina López Schlichting también tuvo palabras para recordar a Castaño: "Le hemos oído mil veces decir hola, pero nunca le habíamos oído decir adiós. Se calló esta voz para siempre", dijo la periodista en una carta abierta al fallecido locutor.

"Gracias por vivir así. Por vivir a raudales, a chorros, por pasártelo de miedo, por alegrarte y cabrearte a mansalva, por ser gruñón y cachondo, por ser galante y complejo. Gracias por tu poesía y tu vida, Pepe", concluye el artículo.

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