La Voz ha vuelto a Antena 3 demostrando que tiene muy aprendida la fórmula de su éxito. Una mecánica que provoca la misma sensación que comer pipas: muerdes una, y ya no puedes parar. Ves una audición de un cantante, y apetece quedarte a la siguiente para descubrir si los coaches darán la vuelta a su roja silla. O no. Es el valor diferencial del concurso.

En cierto sentido, su triunfo es parecido al gancho de los vídeos de TikTok. Son cortos, como las actuaciones de la voz, y puedes saltar de uno a otro, como las canciones de la voz. Pero con el valor añadido de que el programa entra por los ojos, pues cuenta con toda la elaboración estética de la tele bonita clásica en la que se cuida realización, luz y color.

El icónico sillón giratorio obliga a elegir sólo abriendo los oídos al talento vocal. Sin los prejuicios del físico y la comunicación no verbal. Al contrario que el espectador, que empatiza con el programa gracias a que puede comentar toda la expresividad del jurado fuera de su área de confort. Con su rostro de haberse equivocado, con su implicación (o no), con su competitividad, con su capacidad de demostrar ante las cámaras los simpáticos que son. O, al menos, intentarlo.

Por qué olvidamos a los concursantes de 'La Voz'

Más de diez años que lleva La Voz en emisión en nuestra televisión. Primero en Telecinco, después en Antena 3. El concurso ha superado varias vidas. Incluso, por momentos, la historia personal ha engullido al arte profesional de algunos de los candidatos. Cosas de la tele que, a veces, confunde emoción con pena. Cuando la emoción real crece de la admiración que surge de encontrarse, conocerse y quererse. 

La Voz 2023 parece haber aprendido que su porvenir está en no perderse en demasiados inflamientos de historias. Lo importante es la actuación musical y la elección del jurado. De hecho, su inicio de temporada ha ido tan al grano que era imposible cambiar de canal. Luis Fonsi, Malú, Pablo López y Antonio Orozco fueron presentados en una introducción rápida y, directamente, el programa se ha iniciado con una sorpresa inesperada. Parecía que empezaban las audiciones, pero no. El primer concursante: Maluma. El verdadero Maluma. El rumor del público delató que algo especial estaba pasando en el gran escenario.

El programa no esperó a que los coaches reconocieran su voz. Para no generar momentos incómodos. Y los sillones se giraron automáticamente para que los artistas vieran, como todos, a un artista internacional. La Voz 2023 ha comenzado siendo fiel a su esencia pero con un gran nombre propio que ayuda a que el programa parezca más vivo que nunca aunque ya sea más venerable que siempre.

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