La trama amorosa del crimen de la Guardia Urbana: quiénes son Albert López, Rosa Peral y Pedro Rodríguez

Rosa Peral, Albert López y Pedro Rodríguez
Rosa Peral, Albert López y Pedro Rodríguez, del crimen de la Guardia Urbana
Henar de Pedro (20 minutos)
Rosa Peral, Albert López y Pedro Rodríguez

El amor se llevó la cordura por delante. ¿O fue la avaricia? Sea lo que fuere, en esta historia lo que pudo haber sido pasión, se convirtió en llamas de odio y sangre. Los protagonistas fueron tres, aunque a ratos fueron cuatro. El asesinato de uno de ellos sentenció las vidas de los demás, que nunca más volverían a sentir, vivir y amar de la misma manera.

Siete años después de que ocurriesen los hechos, y ya desde prisión, Albert López, uno de los condenados de esta historia, ha confesado su crimen para obtener permisos penitenciarios. Pero, empecemos por el principio. 

El hallazgo del cuerpo de Pedro Rodríguez

Como en todas las historias de este mundo, la del Crimen de la Guardia Urbana tiene, también, dos comienzos. El primero de ellos fecha del 4 de mayo de 2017, cuando una persona que había salido a correr alrededor del pantano de Foix, encuentra un coche calcinado. Cuando la policía acude allí, halla los restos de un cadáver hecho cenizas en el maletero del coche, y lo que parecía un simple ajuste de cuentas, se torna en un caso policial mucho más complejo. 

Pero sin a penas cuerpo, ni huellas, lo único que tenía la policía era lo que quedaba del coche, y eso no permitía conocer la identidad del fallecido. Hasta que dieron con la pista que resolvería el rompecabezas: entre las cenizas del cuerpo, se encontraron unos tornillos quirúrgicos con numeración. Gracias a eso supieron que se trataba del cuerpo sin vida de Pedro Rodríguez, un agente de la Unidad de Tráfico de la Guardia Urbana, de 38 años. ¿Pero, quién le había hecho eso? ¿Y por qué?

Un triángulo amoroso, ¿o fueron cuatro?

El segundo comienzo de esta historia es mucho antes de la aparición del cadáver, e incluso, del asesinato de Pedro Rodríguez. En 2012, Rosa Peral, ex-pareja de Pedro Rodríguez -y agente de la guardia urbana-, estaba casada con Rubén, con quien tuvo dos hijas, pero muy pronto, las infidelidades de Rosa acaban por destrozar la pareja y se separan. 

El hombre más recurrente para Rosa durante estas aventuras, a espaldas de su marido, era Albert López, con quien mantuvo una relación sentimental antes, durante y después de su matrimonio -aunque más tarde ellos, durante el juicio, tratarían de restar importancia a esta relación-.

Rosa Peral y Pedro Rodríguez
Rosa Peral y Pedro Rodríguez
EFE

En 2016, Rosa Peral y Pedro Rodríguez comienzan una relación, y muy pronto este se muda a Vilanova i la Geltrú, donde ella vivía con sus dos hijas pequeñas. Durante algún tiempo, todo funcionó bien en esa nueva pareja, hasta que Albert se entera, y en un arrebato de celos, envía a Pedro todas las conversaciones de carácter romántico y sexual que había mantenido con Rosa mientras ella ya estaba con él.

Este hecho marca la relación de Pedro y Rosa, que, a pesar de que siguen juntos, nunca más vuelve a ser como antes. Tal y como ella declararía más tarde, Pedro era un hombre celoso, controlador y posesivo, y nunca le perdonó el engaño. Las peleas comenzaron a ser la tónica en aquella casa, e incluso, según aseguraron los condenados, Pedro llegó a maltratar físicamente a Rosa.

¿Quién y como le asesinan?

El plan era perfecto, al menos para Rosa y Albert: juntos matarían a Pedro Rodríguez y se desharían del cuerpo, así, ellos podrían comenzar su relación, ella se libraría del control al que Pedro la tenía sometida y, por si fuera poco, culparían al exmarido de Rosa, Rubén, para que ella pudiera quedarse con la custodia total de sus hijas. ¿Qué podía salir mal?

Albert López y Rosa Peral | Fotografía promocional de 'Las cintas de Rosa' documental de Netflix
Albert López y Rosa Peral | Fotografía promocional de 'Las cintas de Rosa' 
Netflix

Pues todo. Excepto lo de matarle. Eso sí, lo lograron tal y como habían planeado. Primero le drogaron -no se pudo comprobar, pero la teoría oficial lo recoge-, ya que Pedro era un hombre corpulento y ni Rosa ni Albert tenían marcas de haber luchado, y más tarde le mataron. Una vez muerto, trasladaron su cadáver al maletero de su coche, condujeron hasta el pantano de Foix, y lo quemaron.

Tampoco se olvidaron de crear las pruebas falsas que incriminasen a Rubén, el exmarido de Rosa: llevaron el teléfono de Pedro Rodríguez a la puerta de su casa, y desde allí escribieron al móvil de Rosa, fingiendo que aún estaba vivo. Les falló algo: aquella noche Rubén estaba muy lejos de su casa, y tenía coartada. 

El juicio del crimen

Al juicio, que se celebró 3 años después, los condenados acudieron separados, con versiones muy distintas de la primera, inculpándose uno al otro. 

Ella le acusaba a él de haber matado a su novio por celos, mientras que él la acusaba a ella de haberlo asesinado porque la había agredido de forma física, y más tarde, le había pedido ayuda para deshacerse del cuerpo.

Juicio por el crimen de la Guardia Urbana en la Audiencia de Barcelona con los acusados Rosa Peral y Albert López, el 3 de febrero de 2020.
Juicio  en la Audiencia de Barcelona
DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS - Archivo

Lo intentaron, pero la justicia ganó: ocho de los diez miembros del jurado les consideraron culpables a ambos. Y creyeron la teoría del fiscal, según la cual, ambos crearon un plan para matar a la víctima.

Finalmente Rosa Peral y Albert López fueron condenados a 25 y 20 años de cárcel, respectivamente, por asesinato con traición con la agravante de parentesco en el caso de ella, y debían indemnizar a la familia de la víctima con 885.000 euros. Ambos recurrieron la sentencia, sin éxito.

La vida de Rosa Peral en la cárcel

Hay dos cosas que no parecen cambiar en la historia de Rosa Peral desde su ingreso en prisión: la defensa de su inocencia en el asesinato de Pedro Rodríguez, y su complicado carácter, por el que ha sido trasladada hasta en cinco ocasiones.

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