'El Fantasma de la Ópera' habitará desde otoño en el Teatro Albéniz de Madrid

Una nueva producción de 'El Fantasma de la Ópera' se estrena en Madrid
Una nueva producción de 'El Fantasma de la Ópera' se estrena en Madrid
LETSGO
Una nueva producción de 'El Fantasma de la Ópera' se estrena en Madrid

El Fantasma de la Ópera se estrenará pronto en Madrid, en lo que promete ser el acontecimiento que marcará la temporada de musicales en la capital, teniendo en cuenta la relevancia de la obra y la ambición de la propuesta. Con el beneplácito del propio compositor, Andrew Lloyd Webber, que asistió a su estreno en Italia y ha expresado su satisfacción con el trabajo realizado, la producción de LETSGO incorpora novedades técnicas, sin olvidar detalles artesanales muy de agradecer. Mantiene la fidelidad a la historia y el espíritu original sin desvirtuar este gran clásico de los musicales.

La preciosa ciudad de Trieste, tan imperialmente centroeuropea a la vez que italiana, acogió este verano la 'première' de esta producción y la Viale Vente Settembre presentaba gran animación en los aledaños del Teatro Rossetti. Un público ansioso por adentrarse en esta historia de amor y misterio escogió sus mejores galas para asistir al acontecimiento, adornado con antifaces o máscaras.

Teatro Rosetti de Trieste donde se estrenó la nueva producción de 'El Fantasma de la Ópera'
Teatro Rossetti de Trieste donde se estrenó la nueva producción de 'El Fantasma de la Ópera'
Adolfo Ortega

Con cierto aire carnavalero y jocoso, pero también como homenaje a la pareja protagonista del musical, todos parecían dispuestos a participar en la Masquerade, uno de los números más lucidos del musical que abre el segundo acto. El entusiasmo del respetable se vió acrecentado al entrar al Teatro Rossetti y observar el impecable aspecto que presentaba la sala, con la bóveda estrellada y el tono azul ultramar de sus paredes, recuerdo del Adriático que baña la ciudad. Sólo nos queda esperar que un ambiente tan festivo y refinado podamos conseguirlo a dos pasos de la Puerta del Sol, en Madrid.

Interior del Teatro Rosetti de Trieste en la première italiana de 'El Fantasma de la Ópera'
Máscaras en el estreno de 'El Fantasma de la Ópera' en Trieste
Adolfo Ortega

El Fantasma de la Ópera está basado en una novela de Gastón Leroux publicada en 1910, sobre la que Richard Stilgoe y el propio compositor, Andrew Lloyd Webber, extrajeron un argumento muy parecido para una versión musical. Se estrenó en Her Majesty's Theatre del West End londinense, en 1986, y las cifras de audiencia acumulada en Broadway y Londres son casi increíbles. En Londres lleva más de 13000 representaciones ininterrumpidas hasta el día de hoy.

La trama se desarrolla en un escenario fascinante: un teatro parisino de finales del siglo XIX, la Ópera Populaire -aunque su referencia clara es el Palais Garnier de la capital francesa-, poblado por tramoyistas, empresarios, coros y bailarinas. Todos ellos convierten ese entorno en un microcosmos bullicioso. A ello se suma una serie de sucesos aparentemente accidentales, que todos atribuyen a la presencia de un fantasma. Efectos de magia y sobresaltos dramáticos animan una historia que incluye la visita al reducto más secreto: la guarida del enmascarado. Un submundo de catacumbas con canales acuáticos que recorren los sótanos del teatro, al que viajamos guiados por el fantasma a la luz de un farolillo.

Un monstruo obsesionado por Christine

Erik ‘el fantasma’ es un misterioso compositor que habita un oscuro refugio, ocultando su rostro deformado tras una máscara, mientras ejecuta en el órgano sus tocatas. Un monstruo apasionado por la música que vive atormentado, manteniendo amedrentados a los empresarios del teatro con sus funestas acciones. La obsesión que le carcome es enseñar todo su saber a una humilde cantante de coro, Christine Daaé, a quien manipula a su antojo moldeando en ella una especie de creación propia. Ella es otra máscara, a través de la cual transmite su arte musical eludiendo su horrible aspecto. 

Un momento de la representación de 'El Fantasma de la Ópera'
Un momento de la representación de 'El Fantasma de la Ópera'
LETSGO

Una especie de Pigmalión, mito griego que también inspiró la obra de teatro de Bernard Shaw publicada en 1913 -poco después de la novela de Leroux-, donde un distinguido caballero conseguía tras mucho esfuerzo que una florista de barrio bajo londinense acabara hablando como una señorita de Mayfair. Curiosamente, esta historia acabaría siendo otro famoso musical, My Fair Lady, que recordamos en la exquisita versión cinematográfica interpretado por Audrey Hepburn y Rex Harrison.

Tecnología y artesanía combinadas

Centrándonos en el espectáculo que podremos ver en el Teatro Albéniz, hay que destacar que alcanza un nivel excepcional en todos los órdenes, dirigido con brillantez por Federico Bellone. Canciones como Think of me, tarjeta de presentación de Christine, despiertan los primeros aplausos, pero la emoción llega al máximo cuando el enmascarado la conduce a su guarida por unas escaleras de caracol, mientras suenan las imponentes notas de órgano del tema The Phantom of the Opera. Indudablemente, la espina dorsal del espectáculo sigue siendo la magnífica partitura de Andrew Lloyd Webber, una de esas cumbres del musical que perdurarán para siempre, repleto de temas que, por sí solos, ya serían el punto fuerte de cualquier otra obra.

Cartel promocional de 'El Fantasma de la Ópera' en la nueva producción de LETSGO
Cartel promocional de 'El Fantasma de la Ópera' en la nueva producción de LETSGO
Cedida

Jugando con plataformas móviles y efectos visuales, nos adentramos en el refugio secreto del Fantasma, desde el que puede verse un fondo precioso de la ciudad de París, pintado a mano por el artista Rinaldo Rinaldi con un encomiable propósito de clasicismo y elegancia. Son los apuntes artesanales aludidos al inicio, y es un privilegio contar con esas telas pintadas que remiten a los oficios más tradicionales del teatro lírico. Poco después, The Music of the Night nos ofrece los instantes más emocionantes y a la vez equilibrados del primer acto, donde un reducido pero efectivo grupo de catorce intérpretes dirigidos por Julio Awad consigue extraer toda la belleza de las variaciones escritas por Lloyd Webber, surgidas del foso con claridad y sutileza.

Aunque el segundo acto se inicie con un colorido baile de máscaras, donde unos elegantes maniquíes parecen cobrar vida, la obra poco a poco va adquiriendo carácter más introspectivo y dramático, también en lo musical, ofreciendo momentos de gran intensidad. Uno de ellos es la canción Wishing you were somehow here again, piedra de toque para la soprano con remate apoteósico, donde Christine recuerda a su padre. Todo se precipita hacia el último tramo de la función, en el que Raoul, vizconde de Chagny y también enamorado de Chistine, cobra un gran protagonismo. Del final nada revelaremos aquí.

Lo que no supone desvelar ningún misterio es que Gerónimo Rauch, Talía del Val y Guido Balzaretti -en el papel de Raoul- componen un trío de primer nivel para afrontar sus personajes en la versión española, que contará con 29 artistas en escena. Voces firmes, experimentadas y de calidad que no tienen nada que envidiar a las de Ramin Karimloo -es el gran intérprete del papel principal y cantó excepcionalmente en Trieste- o Sarah Brightman, a la que recordamos en las primeras versiones grabadas. Talía del Val seguro que ofrece una versión de Christine más centrada que la de Sierra Boggess, que en el Royal Albert Hall con motivo del 25 aniversario tiró de cierto histrionismo, en una producción con exceso de proyecciones digitales.

El teatro dentro del teatro, o más bien la ópera dentro del musical, es un recurso que permite momentos muy vistosos en esta obra. Vemos representados fragmentos de tres óperas imaginarias, con sus respectivas escenografías y vestuarios, truncados por sobresaltos accidentales que suponen giros dramáticos: una grandilocuente ópera francesa romántica (Hannibal); la recreación del estilo italiano del siglo XVIII en Il Muto; y, por fin, la que Erik considera su obra maestra, llena de disonancias típicas del siglo XX titulada Don Juan Triumphant. Un punto de no retorno, como por cierto se canta en ese momento. El recorrido no es casual y supone un audaz juego de Lloyd Webber donde resume algunos estilos de la historia de la música escénica.

Imagen de la representación de 'Hannibal', que forma parte del musical 'El Fantasma de la Ópera'
Imagen de la representación de 'Hannibal', que forma parte del musical 'El Fantasma de la Ópera'
LETSGO

Entre las bambalinas de la producción

La producción que veremos en el Teatro Albéniz es una réplica exacta de la que ha recorrido con éxito algunas ciudades italianas este verano. Idéntica. 20minutos tuvo la oportunidad de acceder al 'backstage' del Teatro Rossetti, para conocer los secretos de esta nueva versión. No todos, porque los numerosos efectos de magia, diseñados por Paolo Carta, fueron férreamente ocultados. Cuando se echa un vistazo a las bambalinas, allá en lo alto del escenario, es inevitable pensar con inquietud si andará trajinando algún otro enmascarado, celoso de que la musa a la que protege pueda abandonarle.

En la visita comprobamos detalles y acabados perfectamente trabajados en el 'atrezzo', la barca motorizada con la que el Fantasma conduce a su amada por su secreto mundo o un magnífico vestuario. También nos acercamos a la principal novedad técnica que incorpora la escenografía: una gran plataforma giratoria que ocupa buena parte del escenario y se desplaza por el mismo, ofreciendo perspectivas variadas y acciones simultáneas.

Saludos tras la representación de 'El Fantasma de la Ópera' en Trieste
Saludos tras la representación de 'El Fantasma de la Ópera' en Trieste
Adolfo Ortega

Otro aspecto muy destacable en esta producción es la fidelidad del apartado acústico. Pudimos conversar en Trieste con Roc Mateu, diseñador de sonido de esta función, que cuenta con un impresionante bagaje de espectáculos a sus espaldas. "Estamos trabajando el sonido inmersivo con la tecnología más avanzada. Es como tener sonido en 180 grados, mediante numerosos altavoces, y a dos alturas. Cada espectador puede ubicar las voces exactamente donde se encuentran los cantantes, independientemente de la butaca que ocupe", nos comentaba. "Llevo cuatro años en este proyecto y estamos trabajando en el futuro de la amplificación acústica. Esto es lo que veremos los próximos años y en el Teatro Albéniz el efecto será todavía mejor que en el teatro de Trieste", aseguraba antes de viajar a Montecarlo para ultimar una representación allá.

En definitiva, una oportunidad de oro para asistir a un musical que se ha convertido en referencia absoluta, gracias a la combinación de elementos musicales y dramáticos que milagrosamente confluyeron en su gestación, y ahora veremos en el renovado Teatro Albéniz de Madrid, en una producción cuidada y de altísima calidad.

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