Los romanos forman parte ya de la cultura y arquitectura española. Su paso por la Península Ibérica ha dejado una huella imborrable en la historia del país. Tanto es así que hasta nuestra lengua o nuestros apellidos siguen conectados con estos antiguos habitantes.
En el Imperio Romano, la población se designaba de una manera muy similar a como se hace ahora. Esto quiere decir que el origen de los apellidos se remonta a aquellas épocas pasadas. Muchos han ido desapareciendo con el paso del tiempo, pero otros han sobrevivido y han llegado hasta nuestros días.
Muchos de estos apellidos ya son comunes en la actualidad. Es el caso de García. Su origen se remonta al nombre romano 'Garcia', que significaba 'oso'. Lo mismo ocurre con Romero, aunque en este caso su origen es más dudoso y los historiadores proponen varias teorías: ancestros que peregrinaron a Roma durante el Medievo o peregrinos que se trasladaban de Occidente a Tierra Santa.
Otro apellido que proviene de la época romana es Rossi. Es más común en Italia, pero en España lo tienen cerca de 3.500 personas. Este nombre propio hace referencia al color rojo del pelo, la barba, los labios o la piel del patriarca de la familia. A este se le suman otros muchos:
- Acosta
- Bianchi
- Costa
- Expósito
- Espósito
- Fontana
- Greco
- Marco
- Roma
- Romano
- Villa
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