La sequía sigue afectando a los embalses, que continúan cayendo pese a las lluvias de los últimos días. Así se desprende del último balance publicado este martes por el Ministerio de Transición Ecológica que, sin embargo, avisa de que los efectos de la DANA se verán reflejados realmente en el informe de la próxima semana. 

Esta, no obstante, deja una cifra desalentadora, ya que se trata así de la duodécima semana consecutiva de descenso que sufre la reserva hídrica. Agravada por el calor del verano durante los últimos meses, se encuentra esta semana en un 37% de su capacidad y cuenta con 20.763 hectómetros cúbicos de agua embalsada, los números más bajos de este 2023.

En una semana pierde un total de unos 319 hectómetros cúbicos, un descenso que se traduce en un 0,57% menos de agua. Especialmente grave es el caso de la Comunidad de Madrid, que se sitúa en esta ocasión en un 49,91%, el peor dato de la región en todo el año. 

Por cuencas, la situación sigue siendo muy irregular, presentando especial preocupación las que se encuentran en el sur peninsular y las de Cataluña. Guadalete-Bárbate vuelve a ser la cuenca con los peores datos al situarse en un 16,8%. Le siguen la de Guadalquivir al 19,3%; las cuencas internas de Cataluña al 24,1%; Guadiana al 24,2% y la cuenca Mediterránea Andaluza al 26%.

En el lado contrario, las cuencas con mejores datos se encuentran de nuevo en el norte peninsular: Cantábrico Oriental se encuentra al 83,6%; Cantábrico Occidental al 82%; las cuencas internas del País Vasco al 71,4%; Miño-Sil al 62,6% y Galicia Costa al 60,4%. La cuenca de Júcar, sin embargo, cae hasta el 47,6% -frente al 48,1 de la semana pasada- y la del Segura desciende al 26,1, casi un punto menos que la semana anterior.

Una sequía en aumento

No obstante, si se comparan estos datos con los de hace un año, lo cierto es que la sequía era todavía peor entonces, cuando en esta misma semana la reserva presentaba un 35% de su capacidad con 19.671 hectómetros cúbicos de agua, pero hay que remontarse a las cifras de los últimos años para dar cuenta de la situación agravada que vive el país. 

De media, en los últimos 10 años esta misma semana presentaba unos datos del 51,79% de su capacidad y 29.039 hectómetros cúbicos. Unas cifras totalmente alejadas de las que se registran hoy en día. 

Aún así, habrá que esperar al informe de la semana que viene para analizar el impacto de la DANA en los embalses, aunque el portavoz de agua de Greenpeace, Julio Barea, ha adelantado a EFE este martes que las lluvias torrenciales recogidas "sólo pueden mejorar y muy levemente la situación de humedad del suelo en algunas zonas concretas" pero no sirven apenas para rellenar los embalses, dado que han sido muy "puntuales y localizadas".

De ese modo, lamenta que las DANAS causan "más daños que beneficios", con lamentables pérdidas humanas y graves desperfectos en viviendas e infraestructuras.