La actividad de las empresas del sector servicios, que representan alrededor de tres cuartas partes de la economía y el empleo en España, se contrajo en agosto por primera vez tras nueve meses consecutivos al alza. Un frenazo en los servicios que sería compatible con un leve retroceso en el PIB español en el tercer trimestre. Así se desprende del indicador PMI de actividad en los servicios correspondiente a agosto difundido este martes por la consultora S&P. 

El PMI es un indicador que da una idea aproximada, pero precisa de cómo va evolucionando la actividad económica mes a mes. Se elabora a través de encuestas a empresas representativas de cada sector y es una métrica que está presente en los modelos de la mayoría de analistas para elaborar sus proyecciones del PIB.

Los datos conocidos este martes señalan que los niveles de actividad y nuevos pedidos de las empresas disminuyeron por primera vez desde octubre del año pasado. En aquel momento, los malos augurios ante un otoño incierto por la crisis energética hundieron la actividad a niveles sin precedentes desde la pandemia. Sin embargo, los presagios más pesimistas finalmente no se materializaron y el PIB español logró crecer a un ritmo del 0,4% en los dos trimestres finales del año.

El escenario que se plantea ahora para los próximos meses es de desaceleración e incluso una leve contracción económica, pero sin el temor a un posible desabastecimiento de gas como el que preocupaba a los países de la eurozona el año pasado. 

En este sentido, el comportamiento del consumo de los hogares será clave para sostener el crecimiento en los próximos meses. La bajada de la inflación y la mejora de los salarios está permitiendo a las familias recuperar una parte del poder adquisitivo perdido durante estos dos años. Sin embargo, las fuertes subidas de tipos de interés generan el efecto contrario: ahogan a los hogares endeudados, mermando su capacidad de gasto.

"Nuestra estimación en tiempo real del PIB, que tiene en cuenta los indicadores del PMI, está indicando una contracción del PIB del 0,1% en el tercer trimestre", señala, Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, en la nota que acompaña a la difusión de este indicador. "Esto podría arrojar algunas dudas sobre la predicción del Banco de España de un PIB del 2,3%, especialmente si también vemos una nueva caída de la actividad económica en el próximo trimestre", agrega. No obstante, otros organismos como la Airef —el supervisor fiscal— o la consultora Oxford Economics, que también han incorporado el dato de este martes a sus modelos, vaticinan crecimientos del 0,3 y el 0,2%, respectivamente.

Las empresas señalan que sus costes de producción llevan 39 meses consecutivos subiendo, una tendencia que se ha recrudecido en los últimos tres meses. Por su parte, el empleo en las empresas de servicios encuestadas siguió creciendo, pero al menor ritmo desde comienzos de año.

Todo ello está lastrando la actividad, junto a una demanda que se está ralentizando, especialmente en lo que respecta a las ventas al extranjero. El PMI refleja que las exportaciones se anotaron en agosto su mayor caída en 10 meses, en un contexto en el que la economía europea está estancada.