La 'carrera de hámsteres' llegó a la segunda semifinal del Grand Prix durante la noche del lunes, donde los jugadores de Yepes (Toledo) y Alfacar (Granada) harían un difícil recorrido en parejas, metidos dentro de una bola transparente de plástico. 

Una de las partes más complicadas del recorrido era la de la piscina. Cada pareja debía lanzarse dentro de la bola y llegar al final, con la dificultad de subir el bordillo. En la primera ronda, fueron los de Alfacar los que consiguieron subirlo sin problemas y meter el gol final. 

Sin embargo, el pueblo granadino tuvo complicaciones en la segunda ronda, debido a que tras conseguir a duras penas subir de la piscina, perdieron casi 20 segundos en recolocar el casco de una concursante.

Cuando llegaron a la pelota para meterla en la portería, fallaron. Solo tenían tres segundos para poder "obrar el milagro". Consiguieron meter la pelota, pero "en un claro fuera de juego", como señaló Ramón García. 

La vaquilla Bartolo y el dinosaurio, Nico, lamentaron profundamente el fracaso de Alfacar, dado que los apoyaron porque su alcaldesa consiguió el comodín, siendo así el objetivo de Bartolo molestar al equipo de Yepes.

Bartolo no dejó de dar puñetazos al suelo, mientras el dinosaurio lloraba en su idioma. Eso sí, todo cambió cuando el equipo volvió a ganar la siguiente ronda y se hizo con los puntos para el marcador.