El fuerte temporal que ha azotado este domingo el este del país se ha cebado especialmente con Baleares, donde las fuertes rachas de viento y la lluvia han provocado el caos en tierra, mar y aire.
Los tres aeropuertos del archipiélago —Palma, Ibiza y Menorca— tenían previsto operar este último domingo del mes de agosto 1.455 vuelos, según ha informado Aena.
Sin embargo, han visto cómo más de un centenar de vuelos han tenido que ser cancelados o desviados debido a las malas condiciones meteorológicas.
En tierra, el temporal ha provocado más de 300 incidencias, en su mayoría relacionadas con caídas de árboles, desprendimientos y obstáculos en la calzada.
Asimismo, más de 5.500 clientes de Endesa se han quedado sin suministro debido a que el temporal ha causado averías en líneas de media y baja tensión, ha indicado la compañía. Los daños en las instalaciones de la red eléctrica de Endesa han comenzado en Ibiza y Formentera, han continuado en Mallorca y han llegado, finalmente, a Menorca.
Aunque la mayoría de incidencias se han producido en zona rural, también han afectado a zonas urbanas de Palma, Vilafranca y Maria de la Salut.
El caos también ha llegado al mar, donde dos buques de grandes dimensiones han sido los protagonistas de las incidencias más destacadas debido al viento.
La primera de ellas ha ocurrido en Mallorca, cerca de las 11.00 horas de la mañana, cuando el crucero Britannia, de 330 metros de eslora, sufrió la rotura de las amarras como consecuencia de una racha de viento, quedando el buque al pairo.
El viento arrastró entonces el crucero hasta el otro extremo de la dársena hasta colisionar con el petrolero Castillo de Arteaga, que se encontraba atracado en el pantalán de graneles líquidos. Como consecuencia del choque, el petrolero sufrió un boquete en el casco del costado del muelle, aunque no se ha producido vertido alguno al mar.
El segundo incidente tuvo lugar pasadas las 12.00 horas, cuando la embarcación de pasajeros 'Ciudad de Mahón', con 750 personas a bordo y que cubría la ruta entre Valencia e Ibiza, colisionó debido al viento con el muelle del puerto de Ibiza mientras realizaba la maniobra de atraque.
Tras la colisión, el barco, de la naviera Grimaldi, corrigió la maniobra y atracó en el muelle del Botafoc Ibiza Marina, donde desembarcó todo el pasaje y sus vehículos. A consecuencia del impacto, el buque ha sufrido una vía de agua en el costado del casco.
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