Una mujer de 84 años, vecina de Arroyomolinos de León, en Huelva, que fue diagnosticada como el primer caso de fiebre del Nilo Occidental de este año en Andalucía y que tenía patologías previas, ha fallecido este viernes tras días de ingreso en el hospital Virgen Macarena de Sevilla, según ha confirmado la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. 

El fallecimiento se ha producido después de que la paciente haya estado durante todo su ingreso en el centro hospitalario con un estado clínico "estable dentro de su gravedad".

El caso fue notificado por la Consejería al Ministerio de Sanidad el pasado viernes 11 de agosto tras ser confirmado en el marco de la vigilancia epidemiológica establecida dentro del Programa de Vigilancia y Control de Fiebre del Nilo Occidental de Andalucía.

Así, las actuaciones de vigilancia y control entomológico de mosquitos se iniciaron a principios de esa semana en dicha localidad debido a la sospecha clínica tras la encuesta epidemiológica realizada, que incluía la movilidad en los 15 días anteriores.

Andalucía detecta el virus del Nilo Occidental en mosquitos transmisores en Sevilla y Huelva

Además, se procedió al tratamiento larvicida contra mosquitos identificado posibles orígenes y refugio de adultos mediante trampas instaladas en el propio municipio.

Plan de choque

Basada en esta confirmación y de acuerdo con el Programa Andaluz, Arroyomolinos se situó en nivel de riesgo 5, por lo que se ha procedido a realizar un Plan de choque específico en el mismo, para lo cual se cuenta con el servicio de control de mosquitos de la Diputación Provincial de Huelva.

Desde la Consejería de Salud y Consumo se insiste en la necesidad de que la población mantenga las medidas preventivas para evitar picaduras de mosquitos en las horas de mayor actividad de las especies transmisoras de esta enfermedad (horas cercanas al amanecer y posteriores al atardecer).

Dichas medidas deben aplicarse tanto a nivel individual, con el uso de repelentes registrados de uso tópico y ropa clara y que cubra la mayor parte de la piel, como doméstico, mediante el uso de mosquiteras, evitar aguas estancadas o utilizar repelentes ambientales, 

Además, estas medidas son especialmente importantes para la población vulnerable con inmunidad comprometida para así reducir de forma relevante las probabilidades de transmisión.